Capítulo 3

107 25 0
                                    

- No llame a nadie, carajo, estoy bien. Es solo que...

Y entonces él entró a la sala cargando una enorme maleta entre sus delgadas manos.

Oh, Taehyun, precioso.

Beomgyu notó cómo su rostro asustado cambiaba de expresión en cuanto notaba su presencia, convirtiéndose en un rostro similar al de la anciana y enrojeciendo al instante. Se quedo inmóvil junto al sofá, incapaz de avanzar o retroceder un paso.

- Taehyun, ayúdame a curarlo, mientras voy por algo de agua - indicó la mujer, desapareciendo en la cocina - Colócale alcohol a la herida.

- Sí, señora...

El menudo muchacho se mantuvo con las manos oprimidas sobre la maleta durante algunos segundos, manteniendo la cabeza agachada como siempre, para luego inhalar con profundidad y acercarse hacia Beomgyu, dejando la maleta sobre el sofá y disponiéndose a abrirla con movimiento temblorosos. El playboy multimillonario le observaba con una media sonrisa en el rostro, viéndole tomar un pedazo de algodón, humedecerlo en algo que supuso seria alcohol y acercarse hacia él, dándole una breve mirada a la herida. Cuando se acercó, Beomgyu se percató que el rostro de su criado estaba tan malditamente rojo, que el color se extiendia hasta su cuello y sus brazos.

- Que precioso estas hoy, nene - susurro, mordiéndose el labio ensangrentado, mientras el otro colocaba otro líquido más oscuro al mismo algodón.

Observó cómo Taehyun oprimía sus ojos y acercaba el algodón hasta sus labios.

- Joven Choi... eso dolerá.

Beomgyu no pudo reprimir la serie de carcajadas estridentes que salieron de su boca.

- ¿Doler? A mí no me duele nada, nene, nada puede dolerme.

- Bien, lo colocaré ahora.

El muchacho acercó el algodón hacia sus labios, presionándolo con una delicadeza que se vería patética en cualquier hombre, pero que en el no se notaba extraña. Los oscuros ojos de Beomgyu estaban quietos y centrados en los carnosos labios del menor. No le dolió ni mierda cuando el alcohol toco su sangre; incluso, al nene parecía dolerle más que a él.

- ¿Cuanto tiempo llevas en esta casa? - cuestionó divertido.

Ahora el algodón se encontraba cerca de su nariz; los dedos delicados de su criado sobre su rostro, su cuerpo delgado temblando un tanto, sus ojos a veces dándole una breve mirada a la herida y luego nuevamente en el suelo, su nariz pequeña, su piel lechosa totalmente enrojecida, su rostro delicado y femenino. Beomgyu sintió como el sabor del alcohol se colaba en su lengua, pero no le interesaba, porque sus ojos aún seguían el recorrido de su rostro hasta su cuello, ¡era tan putamente femenino! Eso no podia ser un tío.

- Dos semanas...

- ¿Dos semanas sin mí, nene? ¿Y no tienes familia cerca?

- Mi madre vive en otro pueblo...

- Pues ha sido una mala decisión de su parte dejarte venir a la casa del lobo, ¿verdad?

El muchacho se encogió un tanto.

- ¿Cu-cuál lobo?

Cuando el algodón estuvo teñido de sangre, Taehyun se dispuso a retirase, pero Beomgyu agarro su muñeca con fuerza, sonriendo con entretenimiento.

- ¿Cuánta gente te ha besado antes, Taehyun?

Ahora la sonrisa de Beomgyu se había amplificado, mientras lo sostenía sin hacer presión. El rostro de Taehyun parecía arder en rubor, su débil brazo temblaba ante el agarre, mientras oprimía la mandíbula y miraba con desesperación hacia la cocina.

- Joven Choi...

- ¿Han sido tíos o hembras? ¿Han sido ambos? Vamos, nene, sé sincero conmigo.

- Porfavor, la señora puede regresar...

- ¿Qué harías si te beso en este momento?

La puerta sonó de golpe. La anciana se acercaba con una bandeja con agua sobre sus brazos. Choi Beomgyu soltó a su criado, aunque sus ojos aún los acechaban, mirándole con deseo en todo momento, mientras tomaba el vaso de agua de un solo trato. ¿Por qué diablos se hacía el difícil y aterrorizado? De seguro, era una zorra como todas con las que se había acostado; solo era cuestión de tiempo para descubrirlo. Sonrió. Le encantaba ver ese cuerpecito temblando de miedo, aún hubiese sido mucho mejor verlo temblando de placer. La idea se desplazó rápidamente por su cuerpo, centrándose en una sola zona.

- Me largo - soltó de repente, mientras la vieja le miraba con el mismo rostro patético de antes - Y si llama mi padre, dígale que si asistí a las clases o la echo.

Le dio una última mirada a Taehyun y se dirigio nuevamente a las escaleras y tras cambiarse de ropa y volverse a duchar, se montó en su mismo deportivo último modelo de antes, encendio el motor y colocándolo a toda velocidad, mientras una sonrisa sarcástica se formaba en toda su boca.

Ya caerás, Kang taehyun. Ya caerás. Como que me llamo Choi Beomgyu.

Inocencia pasional - ☆Beomhyun☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora