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Se pasó el resto del día hablando con el chico, a veces recibiendo audios porque Enzo estaba cocinando, otras veces fotos de lo que hacía el contrario o simplemente mensajes que contestaban a sus preguntas y ocurrencias.

Le gustaba mucho hablar con él, sentía que todo lo que decía era interesante y no podía creer que le gustara hablar de algo más que no fuera ropa o relojes.

La diversión no le duró mucho cuando a las cinco de la tarde Enzo le dijo que se tenía que ir a trabajar, así que ya no le iba a poder seguir contestando. Por ello se vio obligado a agarrar sus cosas de la facultad para terminar lo que tuviera pendiente para el otro día.

Al menos de esa forma se iba a distraer hasta que Enzo saliera de trabajar y pudiera responderle los mensajes de nuevo. O eso pensó en un principio al menos, porque no podía dejar de pensar en los diferentes temas que habían hablado, cosas que nunca se le habrían ocurrido a ninguno de sus amigos y muchísimo menos a sus padres.

Sus tareas se habían vuelto una manera de divagar en sus pensamientos cuando descubrió que era algo mecánico y no necesitaba mucho razonamiento para hacerlo.

No le apasionaba estudiar Administración, solo era una carrera que sus padres habían querido que estudiara para “tener un futuro”.

Uno de los temas que hablaron fue ese. Cuál era su sueño en la vida. Enzo le contó que siempre había querido estudiar Ingeniería Civil y ahora había tenido la suerte de encontrar un trabajo para poder costearse las cosas y poder vivir mientras estudiaba.

Cuando fue su turno de responder, se quedó en blanco. 

No sabía cuál era su sueño, nunca había pensado mucho en eso. Siempre había creído que lo correcto era estudiar Administración y heredar la empresa de su padre para seguir con el legado.

Pero ese era el legado de su padre, no el suyo.

Enzo fue honesto cuando le respondió y lo hizo debatirse consigo mismo al decirle que no estaba mal si quería cambiar de carrera, que incluso podía probar diferentes carreras o hacer tests vocacionales hasta que encontrara algo que lo apasionara.

En ningún momento le dijo que eso era lo único que debía estudiar como le habían dicho sus padres hace dos años cuando salió de la secundaria.

Era extraña la forma de pensar de Enzo, tal vez por eso le gustaba hablar con él, porque le decía cosas que probablemente nunca hubiera escuchado proviniendo de sus amigos.

Por mera curiosidad se metió a la página web de su facultad para mirar qué otras carreras había, asombrándose por la cantidad de cosas diferentes que la gente podía llegar a estudiar, desde ingenierías como las que estudiaba Enzo, hasta carreras creativas de diseño y arte.

Una en particular le llamó la atención. Diseño de Indumentaria y Textil.

Con curiosidad se puso a buscar videos sobre la carrera y lo que hacían en las diferentes materias, sin tener noción del tiempo.

Solo volvió a la realidad cuando su celular sonó con una notificación entrante. Al tomarlo vio que era un mensaje de Enzo, así que no tardó en entrar al chat, recibiendo otros mensajes luego del primero.


enzo
seguro ya estás durmiendo, así que espero que descanses 
eh
qué hacés despierto a esta hora
andá a dormir


Matías sonrió para sí mismo, feliz de que el chico se preocupara por él, aunque pronto su sonrisa se apagó un poco al caer en cuenta que probablemente toda esa fantasía que se había hecho en esos minutos solo era eso, una fantasía.


mati
estaba haciendo tarea
y buscando carreras
encontré una que me llamó la atención
pero dudo que mis viejos me dejen estudiar eso
y tampoco tengo tanta creatividad
así que no sé
capaz mejor sigo estudiando administración

diferentes - matienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora