Capítulo 4: Corazón traicionero

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La noche trascurría con normalidad, caminaba de un lado a otro a medida que se iban desarrollando diferentes actividades como festejo del cumpleaños de los príncipes

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La noche trascurría con normalidad, caminaba de un lado a otro a medida que se iban desarrollando diferentes actividades como festejo del cumpleaños de los príncipes. Manteniendo una copa de champaña que apenas había consumido en mi mano, me encontraba buscando la forma de encajar en aquel lugar.

Aun podía sentir la mirada de Sophia en mi aunque tratara de ocultarlo sus ojos parecían buscarme por todo el salón hasta que se topaba conmigo y yo como respuesta le sonreía. Un pensamiento se cruzó por mi mente “Es la hora” todo el mundo le prestaba atención a las distintas distracciones de la noche y la princesita se encontraba sola y sin atención en ella eso me venía de maravilla.

Una sonrisa juguetona apareció en mis labios mientras seguía teniendo su atención Sin decir una palabra incline ligeramente la cabeza hacia la puerta que conducía al patio trasero, mis labios formaron un silencioso "sígueme", Sophia captó el mensaje al instante, mi princesita era bastante inteligente, y su mirada brillando con algo desconocido.

Le guiñe un ojo con complicidad antes de dirigirme hacia la puerta, sabía que Sophia me seguiría. Le gustaba aventurarse en lo desconocido… Y aún más le gustaba romper las reglas.

Una vez fuera de la vista de todas las personas  tome aire mientras relajaba un poco mi cuerpo, estar rodeada de tantas personas y cosas extravagantes me ponía bastante tensa, aunque podía apostar que si Emma estuviera aquí estaría encantada con todo nuestro alrededor.

Escuchaba sus pasos acercase a mi espalda, moví ligeramente mi cabeza para mirarla sobre mi hombro y sonreírle.

— Es una linda noche a decir verdad

Mi tono era bajo cuando llego hasta donde estaba aparte mi vista de ella y la centre en el extenso jardín que nos rodeaba.

— ¿Quién eres?

— Puedes llamarme Viper, Feliz cumpleaños princesita

— Gracias…

— ¿Caminas conmigo?

Tras un asentimiento como respuesta, ambas nos empezamos a encaminar por los senderos del jardín eso me daría la oportunidad de acercarme a ella aún más sin que cualquier otra persona intervenga.

El sendero del jardín real está iluminado por suaves faroles que emiten una luz tenue y cálida, creando sombras a nuestro alrededor. Las flores desprenden su delicado aroma, envolviéndonos en el mientras de fondo se escucha como un suave murmullo de la música que sale del salón.

—Puedo saber ¿Qué te trae por aquí? No me malinterpretes pero… No pareces formar parte de este mundo

Una risa fue lo único que se escuchó después de sus palabras, no me equivocaba cuando decía que Sophia era muy inteligente. Pare de caminar y por consecuencia ella también, di media vuelta para mirarla mientras alzaba una ceja.

— Podemos decir que estoy aquí por negocios princesita y no, sin dudas no encajo en este lugar

Le giñe un ojo manteniendo una sonrisa divertida mientras Sophia daba un paso más acercándose a mí. Mi vista bajo brevemente al collar en su cuello antes de subir a sus ojos otra vez.

— ¿Tan importantes son tus “negocios” como para meterte en un lugar en el que no te sientes cómoda? Podrás aparentar ser una más, pero te vi esta noche, siempre manteniéndote alejada… en las sombras

— Me gusta ser parte de las sombras princesita, nadie les presta mucha atención…

Mi mano acaricio lentamente su mejilla, pensaba que se iba a apartar pero en realidad había inclinado su cabeza como si buscara aquel contacto. Por unos segundos me perdí en sus ojos los cuales parecían brillar con el resplandor de las luces a nuestro alrededor.

Debía centrarme, tenía un trabajo, una misión… Pero no podía pensar en eso cuando nos encontrábamos tan cerca, con mi mano tocando la suave piel de su cara con leves caricias y con ella pareciendo predispuesta a que haga lo que quiera.

¿Se seguía acercando a mí? ¿O era mi imaginación?

Mi pulso se aceleraba y mis sentimientos se alborotaban, mi mente empezaba a perderse entre lo que debía hacer y mi deseo de simplemente quedarme perdida en aquel intimo encuentro, con la conexión que parecía formarse y con la forma tan despreocupada con la que Sophia se encontraba conmigo.

Esto estaba mal, ella era muy buena para confiar en mí. Ella era todo lo contario a mí y todo lo que yo no merecía. Aunque quisiera mantenerme allí debía centrarme en conseguir lo que buscaba, no por mí. Por Emma.

— Pues te has equivocado… Tienes mi atención

Me obligue a mantener mis sentimientos ocultos  y sonreí como si estuviera totalmente segura de mis palabras y acciones. Debía aparentarlo, debía ser fuerte.

— Tal vez es lo que buscaba princesita

— ¿Y ahora que la tienes que quieres hacer con ella?

Mi mano fue bajando de su mejilla en dirección a su cuello, sentía como un escalofrió la recorría, como su cuerpo reaccionaba positivamente a mi toque. Sus ojos llenos de expectativa y su pulso acelerándose, al igual que el mío.

Con un gesto suave pero decidido, atrajo a la princesa hacia ella, cerrando la distancia entre nuestros labios en un beso. Sus manos se entrelazaron en mi cuello, acercándome más a ella.

Me permití disfruta del momento, disfrutar de mi deseo prohibido, disfrutar de mi princesita. Mi mano seguía en su cuello, dando leves caricias, disfrutando. Seguía sintiendo su acelerado pulso cosa que me hizo sonreír.

Hábilmente deslice mi mano hasta la parte posterior de su cuello, sintiendo en mis dedos el enganche del collar. Con un pequeño movimiento que fácilmente podría pasar desapercibido desabroche el delicado collar que adornaba el cuello de la princesa sin que ella se diera cuenta.

Deje que el beso siguiera por unos instantes más, antes de apartarme con suavidad y usar mi mano libre para acariciar su mejilla, notando como sus ojos se mantenían cerrados, sus labios entre abiertos y lo agitada de su respiración.

Me grabe esa imagen en mi mente, la imagen de una Sophia que parecía perdida en el momento.

Con delicadeza y tomando mi tiempo me termine de apartar de ella y aprovechando que sus ojos seguían cerrados murmuré unas palabras antes de darme media vuelta y marcharme.

— Espero volver a verte, princesita

Debía salir de allí, antes que decidiera mandar todo al diablo y quedarme con ella otro momento más. Antes que mis sentimientos me jueguen otra mala pasada.

La Oscuridad de la Corona [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora