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Ya había pasado un mes desde el anuncio, 30 largos días que tenían a Nayeon fuera de sí misma, evitando la comunicación con Jeongyeon sin hacer demasiado evidente su propósito

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Ya había pasado un mes desde el anuncio, 30 largos días que tenían a Nayeon fuera de sí misma, evitando la comunicación con Jeongyeon sin hacer demasiado evidente su propósito.

Por otro lado, Jeongyeon y Mina lograron encontrarse fugazmente una tarde acompañadas de café y pastel. La japonesa, sacando sus mejores dotes como actriz, fingió estar sorprendida ante la "repentina" noticia y logró convencer a la coreana de su ignorancia al respecto.

Aquel día, una vez instalada en su cómodo sofá, Mina por llamada le narró de forma superficial los hechos a Nayeon. Ahora podían hablar del tema en su chat grupal, para desgracia de Nayeon y comodidad de Jeongyeon, que quería tener a sus mejores amigas como principal apoyo para lo que ella consideraba una de las mejores cosas que le pasaron en su vida.

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—Señorita Im, su celular está sonando.

—¿Quién es? —dijo Nayeon a su asistente mientras seguía inmersa en las múltiples hojas esparcidas por la mesa.

—Mina —respondió Jinsol.

—Ponlo en altavoz, por favor.

La chica puso el celular junto a su jefa y siguió ordenando las carpetas con recortes, apuntes e ideas que la mayor organizaba.

—Hola Nayeon —se escuchó desde el teléfono.

—Hola Mina, ¿cómo estás?

—Bien, un poco cansada como cada fin de mes —añadió con una suave risa—, ¿y tú?

—En lo mismo, siento que no terminaré esto dentro del plazo —suspiró—. Hace unas semanas una de las modelos se enfermó y tuvimos que reprogramar las sesiones de fotos que irán en la siguiente edición.

—Uf, no estoy tan mal entonces —rió la japonesa—. Perdón por quitarte tu valioso tiempo.

—No digas eso, sabes que para ti siempre hay tiempo —Nayeon respondía mientras seguía inmersa en su papeleo.

—Me alegra saberlo. De todas formas, no planeo entretenerte mucho, te llamaba por... —Mina no completó la frase, esperando que su amiga entendiera a qué se refería—. ¿Te sientes bien como para ir?

—Jinsol, ¿me puedes dejar un momento a solas? —la chica asintió mientras se levantaba de su lugar— Luego continuamos con esto, ve por algo de comer —le entregó la tarjeta de la empresa—, te aviso cuando esté lista, pero tómate tu tiempo, hemos estado encerradas demasiadas horas.

—Gracias, señorita Im —hizo una pequeña reverencia y cerró la puerta al salir.

—Ahora sí, disculpa la tardanza —dijo Nayeon sacando el altavoz y acercando su celular a su oreja.

—Tranquila.

—Es lo que menos puedo hacer hoy: tranquilizarme —trató de bromear, pero su voz no sonaba acorde—. Me llamó anoche para avisar que pasaría por mí al trabajo más temprano.

la boda de mi mejor amiga - 2yeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora