4: Verde y plateado.

4 0 0
                                    

- Entonces James... ¿Te vas a quedar mudo para siempre? Dime que esta sucediendo - la cara de Blaise era tan seria como James no se la había visto en mucho tiempo - ¿Que es eso de lo que yo no puedo enterarme y mas importante aún, por que jamas te lo perdonaría?

Decir que James estaba muy asustado, era poco, no era una palabra que alcanzará a describir como se sentía en ese momento, pero aún con todo en su contra y pensando en que decirle a su hermano menor, se le ocurrió una idea de última hora.

- Hablaba de... De una bienvenida sorpresa - intentó hablar sin que le temblará la voz.

- ¿Bienvenida sorpresa... Para quien? - preguntó Blaise enarcando una ceja.

- Para el hermano de un amigo mío, él se acaba de mudar desde Noruega y...

- ¡Espera! Que estas diciendo? - de repente, Blaise pasó de estar confundido y serio a estar realmente enojado - ¿En serio vas a hacerle una bienvenida a un desconocido?... ¿Pues que te pasa?

- No es un desconocido Blaise, tú ya lo conociste hace años atrás, solo que no te acuerdas, estabas muy pequeño... Es Harry, el hermano menor de mi amigo Canuto.

- ¿Canuto?

- Sí.

- Que nombre más raro y feo.

- ¿Por que esto te pone tan de mal humor Blaise?

- Por que ese tal Harry no es nada tuyo - dijo con saña y odio - si a alguien deberías de hacerle una fiesta, de lo que sea... Sería a mi.

- ¿Ves por que no quería que te enterarás? - aunque no le gustaba ver a su hermano así, aprovechó la situación para que a éste no le quedaran dudas - sabía que te enojarías y no me lo perdonarias.

- Pues claro que no y de una vez te digo que no voy a estar presente en tu bienvenida - le dijo soltando la bolsa de la compra en la mesa de mala gana - Es más, me largo.

- ¡Espera!... ¿Ni si quiera vas a ayudarme?

- No tengo porqué hacerlo, no me interesa ese tal Harry, ni conocerlo, ni socializar con él y mucho menos darle la bienvenida, adiós.

- Blaise... Blaise espera... No te vayas así, Blaise por favor.

Pero sin dar oportunidad a nada, Blaise salió de la casa y James quedó con la palabra en la boca, se sentó un momento y se tranquilizó.

- ¡Por Dios! - sintió como su corazón latía fuerte en su pecho - Casi me descubre hablando con Petunia... No puede volver a pasar... ¿Como nunca se me ocurrió bloquear el número de esa mujer?... Pero bueno... Ahora debo de hacer una bienvenida o si no Blaise va a sospechar, puede llegar de sorpresa y ver que no hice nada, no quiero levantar en él ni la más mínima sospecha.

Se levantó del sofá y respiró profundo cerrando los ojos para serenarse, era verdad aquello de que venía de viaje a mudarse a la ciudad el hermano menor de su mejor amigo de infancia y ya que Hogwarts era una de las ciudades más cotizadas, debía ayudarlo a buscar casas disponibles ya que no sería tarea fácil.

- La verdad si quería darle la bienvenida a éste muchacho por ser hermano de Canuto, pero no tenía planeado una fiesta... Bueno, manos a la obra.

La noche tardó en llegar y eso le cayó como anillo al dedo a James y aunque lo hizo a último momento y en un día, supo lucirse, después de todo, James era decorador de interiores y tenía su propia empresa, los invitados llegaron, aquellos pocos a los que James tuvo la idea de invitar y entre ellos estaba Draco y Viktor.

Minutos después llegó Parvati, una chica que siempre había estado enamorada en secreto de Draco desde muy pequeña, e incluso después de Draco haberse declarado abiertamente homosexual, no perdía las esperanzas de "enderesarlo" como ella solía decír.

El peso de la sangre (Efímero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora