6: El ángel.

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Draco tomó suavemente la mano de Lavender y le habló con una gran seriedad.

- Lavender... Creo que necesitamos hablar en privado.

- Hijo no tienes absolutamente nada que hablar con ella - saltó Bellatrix de inmediato - ¿De verdad crees Lavender que por ahora tienes dinero voy a aceptar que estés con mi hijo?

- A mí me parece que Draco ya a sus veinte años está bastante grande para que quieras mandar en su vida Bellatrix - la detuvo Amos con la mirada remarcada por la seriedad - y mucho menos en su vida sentimental.

- Mama por favor - le dijo Draco - no interfieras, papá tiene razón, puedo tomar mis propias decisiones.

- Que bueno que ya no permites que tu madre se entrometa en tu vida - le dijo Lavender sonriendo complacida - eso significa que al igual que yo, tú también has madurado.

- No si a decir verdad, lo que puede interferir ahora no es mi mamá - intervino Viktor aguantando la risa ante tal escena - si no los gustos de Draco.

- Viktor cállate - Le reprendió Bellatrix - esos comentarios están demás.

- ¿A que se refiere Viktor con eso Draco? - preguntó Lavender con la mirada inquisidora.

- Eso - interrumpió Amos - es algo que Draco te va a decir en privado.

- Por primera vez digo que eso me reconforta y me alegra - habló Bellatrix - jamás pensé decirlo.

Draco giro a ver a Lavender.

- Tenemos mucho de que hablar - dijo extendiendo el brazo hacia el jardín trasero.

- Si yo también lo creo - le dijo Lavender, cuya cara de seguridad, había desaparecido hace mucho tiempo.

Draco y Lavender salieron al jardín trasero, llegaron hasta la zona de tomar té, una zona techada y decorada con flores, la invitó a sentarse arrastrando la silla para ella con mucha delicadeza y luego él se sentó para mirarla directamente a los ojos.

- Escucha Lavender... Ahm... A pasado mucho tiempo desde que nos separamos hace ya cuatro años... Fue... Fue increíble la experiencia contigo y honestamente ya ni me importa la razón de nuestra separación... Durante ese tiempo que te fuiste yo aprendí a ser mas fuerte y a darme cuenta que la vida sigue sin importar lo que pase... Aunque ahora que regresaste debo confesar que despertaste en mí... Algunos sentimientos que creí que habían desaparecido.

- ¿Eso significa que aun me amas? - preguntó Lavender esperanzada.

- Eso significa - habló rápidamente Draco para evitar que se confundiera - que... Después de cuatro años, al verte de nuevo me doy cuenta que sigues siendo una persona muy especial en mi vida, alguien a quien le tengo mucho cariño... Pero solo eso.

- ¿Por que? - preguntó de repente indignada -¿Hay otra verdad... Es eso?

- No hay ninguna posibilidad de que exista otra chica Lavender porque...

- ¿Por que qué?... Dilo... Sé hombre y dilo.

- Porque me gustan los hombres... Soy gay Lavender.

La cara de Lavender ante esa revelación fue todo un poema.

Adentro en la mansión Amos y Bellatrix discutían por lo sucedido.

- Es increíble que no le tengas ni el más mínimo respeto a tu hijo - la enfrentó Amos - ¿Como se te ocurre venir a querer meterte en su vida de esa forma?

- Papá por favor, tampoco es para tanto - intervino Viktor - Igual cuando Draco le diga que cambió su gusto por la vagina por los penes, Lavender solita se va a desilusionar.

El peso de la sangre (Efímero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora