Diarios de Shadow (Sonadow/Shadonic) - PAUSADA

Capítulo 32: Bajo las estrellas

Nota: ¡Hola! y muchas gracias por seguir leyendo esta historia  ♡. De ser posible, escuchen el soundtrack mientras leen el capítulo.

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Fecha: 19 de abril de 2009.

Narrador:

Shadow comienza a abrir sus ojos tras escuchar a alguien tararear una dulce melodía a la distancia. Lo primero que ve es a Sonic en medio de la oscuridad de la noche, acariciando suavemente sus púas. Shadow se encontraba recostado sobre las piernas de su contraparte azul mientras dormía. Al parecer, el erizo ébano se había rendido ante el momento tan tranquilo y terminó descansando en los brazos de Morfeo.

"Sonic", son las primeras palabras que salen de su boca en apenas un susurro.

Las orejas de Sonic se levantan al escuchar su voz y su cola comienza a moverse.

"¡Shads! Al fin despertaste, bello durmiente", responde con entusiasmo.

"Cállate", murmura Shadow, sintiéndose avergonzado mientras intenta levantarse. Sin embargo, Sonic lo impide.

"Relájate, bro, y sigue descansando. Estamos en un lugar seguro", dice el erizo azul con una cálida sonrisa.

"¿Eres estúpido o te haces? Estamos en un acantilado y en medio de la noche, Faker. ¿En qué parte ves lo seguro?" replica Shadow con incredulidad.

"Al parecer, el bello durmiente aún no está del todo despierto si no nota dónde estamos."

"¿Pero qué dices...?" En ese momento, Shadow se da cuenta de que ya no se encontraban en el acantilado de antes, sino en alguna parte del bosque cercano a la ciudad. Los árboles estaban adornados con luces que brillaban como estrellas, creando un cielo en la tierra. Pequeñas carpas de colores suaves y vibrantes se extendían a su alrededor, como un pequeño pueblo de ensueño.

Todo el lugar parecía salido de un cuento de hadas, con caminos de piedra bordeados por flores luminosas que resplandecían con una luz propia, como si cada pétalo guardara una chispa de magia. Las hojas de los árboles susurraban al viento melodías antiguas, y el aire estaba impregnado de un aroma dulce y fresco.

Shadow, con una fascinación secreta por las cosas pequeñas y lindas, miraba todo con ojos deslumbrados. Era como si el mundo se hubiese convertido en un delicado mosaico de detalles encantadores y perfectos.

"Estamos en el hogar de los Chaos" exclamó el erizo ébano, con una corta pero dulce sonrisa en su rostro.

"¿Ves que no estamos en el acantilado? Ahora, ¿quién es el estúpido?" responde Sonic, quien recibe un tirón de sus púas como respuesta de Shadow.

"¡Bien! Dejaré de bromear, por ahora, jeje. ¡Chicos! ¡Ya pueden salir!" dice Sonic en voz alta.

De repente, el silencio del bosque se rompe con suaves risas y murmullos. De entre los árboles iluminados, emergen docenas de Chaos, pequeños y adorables, con sus cuerpos redondeados y ojos brillantes. Se acercan corriendo a los dos erizos con entusiasmo.

Los Chaos, con sus colores variados y brillantes, parecen diminutos faros en la noche. Se abalanzan sobre Sonic y Shadow, con sus pequeños brazos extendidos para abrazarlos.

"Wooow chicos, cálmense, ¿sí? Jeje, son demasiados", dice Sonic, riendo mientras intenta mantenerse en pie bajo la avalancha de Chaos.

Shadow, aunque inicialmente sorprendido, pronto se relaja y devuelve los abrazos. "Los extrañaba bastante, perdón por no venir a visitarlos", dice con cariño, su voz suavizándose mientras acaricia a los pequeños seres.