"Sé que puedes Nojiko" -alentaba a su compañera en silencio, viendo como ambas se encaraban una a la otra, él aún se mantenía flotando en el aire- "Bien, de vuelta a lo mío" -dejó de admirar el combate para seguir su trayectoria, este iba de lado a lado dando brincos, pero siempre con un camino recto al objetivo, esta era una de las técnicas de "Las seis artes", un recurso de combate que usaban los mejores agentes del mundo, en su convivencia con el abuelo, fue inevitable que este le enceñara alguanas de aquellas técnicas secretas, no se las aprendió a todas claro está, no por falta de tiempo o algo parecido, solamente por simple terquedad de él, adquiriendo únicamente el Geppo y el Soru, habilidades que creyó que solo le servirían, las demás eran fuertes, pero sostenía que no era su estilo, él peleaba a puño limpio, siempre sin armas, y ahora se defendía con espadas, ya era mucho pedir que aprendiera nuevas técnicas- "¡Yosh! Ya estamos listos..." -mientras se elevaba, la boca de entrada se hacía cada vez mas y mas grande, poco tiempo pasó cuando sus pies descansaron en las baldosas que decoraban el suelo del área- "Zona de carga y descarga... perfecto" -leyó (con dificultades) uno de los pocos carteles que se encontraban encrustados en las robustas y uniformes paredes de adoquín-
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"Ahora que tienes en mente" -los dos seres con más autoridad en aquel perdido reino se encontraban caminando entre los pasillos blanquecinos de la bace- "Esa cara tuya me da cero confianza ¿Eh?..."
"¿No es obvio ratón?" -preguntó como si la duda se respondería sola, de reojo y por lo bajo (por clara diferencia de altura) divisó la expreción de desubicación de su rata-amiga, chasqueó su lengua en molestia cuando se dió cuenta que debería explicarle la situación- "Tks... me encargaré de este problema"
"¿No piensas decirme quien es el responsable?" -sin apartar la vista del frente, no frenaba con el bombardeo de preguntas en contra del pez-
"Ya lo verás, si mis calculos no me fallan, aún debería estar en la sala de guardia" -colocando su mano en el pronunciado mentón que poseía pensó en todas las fórmulas que había creado, solo para re-confirmar que no se equibocaría- "Es tan obvio"
"¿Dices que nuestra encargada de seguridad es la responsable?" -directo y sin rodeos, cuando nombró el lugar al que se dirigían, solo un nombre se le cruzó en aquella pequeña mente- "¿Estas seguro?" -dejó de ver al frente para intentar conectar miradas con el gioyin, pero nunca frenando el paso-
"No se me ocurre otra opción" -concluyó ignorando la mirada interrogante de Nezumi, aunque no parezca, Arlong cargaba con un pequeño estrés en sus adentros-
"Tiene sentido" -mirando hacia el suelo pausó un momento, mientras acariciaba esos susicos bigotes de rata que sobresalían de sus megillas- "Es la única con el poder de clausurar todo"
"Y no creo que cortó únicamente la comunicación" -mostró su descontento con una fuerte falta de seguridad en aquella bace, desde que se enteraron del problema, varios infantes andaban actuando de manera extraña-
"Supongo que no contaremos con nuestra artillería" -aportó a la inquietud dejando por entendido que es ella la que controlaba esas áreas-
"Me está comenzando a doler la cabeza..." -su estrés se hacía cada ves más notorios en las facciones de su rostro escamado- "Maldita sea..."
"Nos deberá una buena explicación" -la rata que encabeza aquella bace se tronaba los dedos de sus manos, ya estaban a escazos centímetros del gran portón de madera oscura con bordes de metál que conectaba y protegía la zona de seguridad-
"Lo siento por tí Nezumi, pero no pienso dejarla con vida..." -dijo con una vena en su cien y una clara furia en su sangre, se desquitaría de la mejor forma posible-
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¡Cambiando el destino!
AventuraMonkey D Luffy, el hombre que tras su larga travecía en los feroses mares del Grand y Red Line, pudo dar con unas de las llaves el cual abriría la puerta para cumplir su sueño más grande. Al conceguir el one piece, daría paso a la gran guerra la que...