«Todas tus acciones tienen una consecuencia, Felix, no importa si es con buena fe o con mala fe»
Se supone que un simple chico que estuvo sufriendo desde los 9 a los 15 años debería de parar a los 16, sin embargo, no fue el caso.
Los sabios dicen qu...
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La epidermólisis bullosa:
¿Qué es?:
La epidermólisis bullosa o ampollosa es un conjunto de desórdenes de origen genético que provocan una extrema fragilidad de la piel y las mucosas ante traumas mínimos.
¿Qué causa?:
Puede aparecer ampollas o incluso pequeñas lesiones debido al calor, a la fricción por rozamiento o por rascarse.
¿Cuál es la cura?:
La epidermólisis bullosa no tiene cura.
Un chico joven de un pelo de color castaño, ojos grandes y brillantes y unos mofletes regordetes y rositas está en una camilla a punto de entrar a urgencias. Puede verlo. Él puede ver como su madre llora desesperada y asustada al lado izquierdo de la camilla. Él puede ver como los doctores le anestesia antes de entrar a la sala quirúrgica.
Es tan horrible saber cómo una enfermedad tan desconocida puede tener un afecto tan grave como para que también afecte a los órganos internos. En las manos del joven unas ampollas y pequeñas llagas dolorosas. Con cada roce una herida nueva, con cada toque.
Puede sentirlo. Él puede sentir la pena y desesperación de su madre. Puede sentir como poco a poco se va sintiendo cansado, hasta que a la cuenta de 10 minutos se siente completamente inconsciente, dormido, como si todo hubiese acabado.
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Minho, un chico adolescente de unos 16 años siente como su enfado incrementa dentro de él. Escucha las palabras de aquel chico que le ha estado molestando por un largo tiempo, escuchando siempre la misma mierda. ¿Cuánto tiene que aguantar? pero, ¿por qué tiene que aguantarlo?
Sigue escuchando las palabras sucias y asquerosas de aquel chico, como se burla de él, en frente de todo el instituto, en frente de todos los que están al rededor, los que ven la pela como si fuera un circo, algo divertido para ellos. Minho siente tanto enfado que su puño se empieza a apretar más mientras siente un dolor de cabeza insoportable, una vena a la vista en su frente debido a todo el enfado que está sintiendo. Siente esas ganas de destrozar a aquel niño; de matarlo, torturarlo lentamente, hacerle sufrir hasta que le suplique para que pare. Minho sigue aguantando.
