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Hasta que finalmente Saeng un día regresó a él.

Allí le contó que sus superiores lo habían descubierto, pero creían que mantenía una relación con un humano, como castigo por ello lo encerraron por unos días para reflexionar. Pero en cuanto pudo nuevamente escapó. Hyun sabía que los ángeles eran muy rigurosos con quiénes rompían las normas y que los próximos castigo solo serían peores. A él nada le ocurriría, pues en su mundo era un príncipe y se hacía su voluntad. Pero la peor parte la llevaría Saeng y no podría hacer nada para salvarlo pues su límite era entrar en Guerra con ellos.

Aquella situación despertaba toda la furia del Diablo pero Saeng con su dulzura lograba aplacarlo diciendo que podía soportarlo. Esa noche Saeng le pidió que no pensara en nada más que amarlo y Hyun respeto cada uno de sus deseos.

Cuando llegó el momento de despedirse...
- No te vayas, quédate aquí conmigo. Si regresas  ahora a tu mundo temo no volver a verte... - le pidió Hyun
- Te prometo que pase lo que pase regresaré.... Por favor espérame aquí mañana.. - Respondió Saeng mientras acariciaba su mejilla y se marchó.

El siguiente día fue eterno para el Diablo, la incertidumbre oprimía su pecho evitando que pudiese pensar en otra cosa, hasta que la oscuridad nuevamente cayó en la tierra de los humanos. El tiempo pasaba y Saeng no llegaba, Hyun comenzaba a ponerse nervioso, no podía  imaginar que le había ocurrido. Hasta que en un momento, de la nada, Saeng apareció, Angustiado, se abrazo con fuerza a Hyun, esto llamó su atención -¿Saeng, que ocurre?, ¿ Sucedió algo?,  - preguntó
- Hyun.... - de la oscuridad  emergió un segundo ángel que venía persiguiendolo.

- Saeng si no regresas ahora mismo perderás tus alas y quedarás condenado al destierro!! - exclamó

- ¡No puede ser, es un Diablo!, ¡¿esa es la razón de tus escapes?!, ¡¿ haz pedido la cabeza?!...

Hyun estaba dispuesto a enfrentarse con él pero Saeng lo detuvo.

- No lo hagas Hyun.... No te involucres, podrías ocasionar una guerra.

- ¿ Acaso ese Diablo te hechizó?  Continuó aquel ángel.

- Él no tiene nada que ver, es mi decisión venir aquí y estar a su lado. Se defendió

- una cosa es que espíes a los humanos para observar sus costumbres y otra es que vengas a estas tierras para reunirte con un demonio, es una deshonra!.

- vete, diles que no me importa que me quiten mis alas, pero no volverán a encerrarme jamás. Dijo Saeng con determinación.

- espero no te arrepientas de tu decisión ... - sentenció por último el ángel y se marchó.

-Saeng... Susurró Hyun

-¿Puedes quedarte conmigo aquí?... Pregunto Saeng

- Yo haría lo que sea por tí.... Sonrió Hyun.

Se fueron juntos al pueblo y se alojaron en una confortable posada bajo sus falsas identidades. Ya en la intimidad de la habitación. -¿Qué planeas hacer Saeng?.... No puedes perder tus alas por esto... Dijo Hyun.
-No quiero pensar en eso ahora. En este momento sólo somos tú y yo..
Respondió Saeng mientras se abrazaba a Hyun.

Esos sentimientos le daban valor, su único deseo era compartir el mayor tiempo posible con Hyun.
Aquel Diablo lo amaba y lo deseaba tanto que el más mínimo gesto de parte de Saeng era suficiente para desatar toda la pasión que había en sus corazones.
Pasaron días conviviendo en aquel  pueblo, se sintieron tan completos juntos que llegaron a imaginar que tal vez esa es la vida que deseaban tener.
Aquellas noches de romance desenfrenado hacía sentir a Saeng que no dudaría en entregar sus alas con tal de estar al lado de Hyun.

Pero pronto descubriría que los sacrificios por amor tienen un límite.............

El ángel y El Demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora