Capítulo 1. ¿Suerte?, ¿Eso qué es?

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Liv

Que difícil se vuelve la vida cuando eres estudiante universitaria y tratas de vivir una vida de adulta independiente en un lugar muy lejos de tu hogar.

Muchos desean graduarse de la secundaria, ir a una gran universidad , estudiar lo que siempre soñaron y vivir independientemente de sus familiares, pero cuando al fin lo logras, te das cuenta que no es tan fácil como lo pintan.

Cada día extraño tanto estar en mi hogar, cuando no tenía que pagar alquiler, no tenía gastos en comida diariamente, no tenía que hacer oficios en casa todos los días y que mi única preocupación en el día era escojer el lugar a dónde quería salir con mis amigos.

No estudio la carrera de mi sueños, de hecho, aún sigo sin saber que me gusta en realidad, no sé a quién se le ocurrió la maravillosa idea de que uno tenía que saber lo que quería para su vida a los dieciocho años.

Y sí, esa es mi edad.

En estos momentos me encuentro tratando de levantarme de mi cama para enfrentar la semana que inicia, la alarma sonó hace 10 minutos y aún sigo acostada tratando de comenzar mi día.

Me levanto rápidamente porque tengo clases en una hora, estoy tan cansada después de no dormir casi nada por hacer un trabajo que decidí dejar para última hora como la estudiante responsable que soy.

Realizo mi rutina de aseo personal y me dirijo a la cocina para comer algo antes de salir. Caigo en cuenta de que debo ir al supermercado para hacer compras porque la comida del mes se ha agotado.

Salgo rápido de mi departamento porque ya se me ha hecho tarde, el estómago me ruge por no haber cenado ayer, ni haber desayunado aún. Tengo entrega del trabajo a primera hora y me encuentro realmente estresada, tengo que agarrar el bus ahora mismo y con suerte llegaré antes de que inicie la primera clase para aprovechar a comprar algo en la cafetería.

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Hay gente con suerte y luego estoy yo, el día que la repartieron seguramente ni me enteré.

El bus se retrasó, me quedan 5 minutos para que inicie la clase, intento correr a la cafetería para comprar al menos un café y me doy cuenta que tiene un letrero donde informan que cerrarán hasta el medio día por mantenimiento.

No me queda de otra que ir a la universidad sin haber comido algo para aguantar el largo horario de clases.

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Después de varias horas, por fin termina la última hora de clases, ya puedo ir a comer algo.  Siento que estoy al borde del desmayo a estas alturas.

Todos salen de sus aulas de clase con rapidez, chocando con otras personas en los pasillos, algunos se reúnen con sus amistades y otros se quedan charlando en algún rincón esperando no ser tropezados.

Estoy saliendo deprisa del aula para llegar cuánto antes a la cafetería que está al cruzar la calle, cuando escucho a alguien mencionar mi nombre a lo lejos.

—¡Liv espera!.— Esa voz escandalosa es fácil de reconocer dónde sea, doy vuelta para ver a Nick, quién viene junto con otros chicos. -Te estaba esperando para que nos fuéramos juntas.

—¿Ir a dónde?.— Le respondo un poco confundida mientras saludo a los demás.

—No sé porqué no me sorprende que lo hayas olvidado. — Reprocha mi amiga cruzando los brazos en su pecho y frunciendo las cejas demostrando su molestia.

—Fuck, lo olvidé.— Le respondo mientras froto mi rostro en señal de frustración. - Hagamos una parada en la cafetería y luego vamos directo a casa entonces.

Hace unas semanas acordamos grabar un vídeo musical en mi casa. Toco el teclado, canto y compongo desde los trece años y por primera vez me animé en subir algo a las redes sociales sobre mi música.

Llevo muchos años intentando surgir con mi carrera musical, siempre ha sido mi sueño que las personas me conozcan por mi talento y llegar lejos con las canciones que he escrito. Estudié música algunos años pero no pude continuar por el costo de la academia, desde entonces no he vuelto a intentar cumplir mi sueño, cuando llevas tanto tiempo ensayando y presentándote sin obtener resultados, se vuelve bastante frustrante.

Nick se propuso en apoyarme porque por alguna razón, confía en que puedo llegar muy lejos con mi talento, al menos alguien no ha perdido las esperanzas. Ella estudia en áreas de audiovisuales, dice que además de apoyarme, también estaría obteniendo experiencia en su carrera así que está bastante entusiasmada por el plan.

Junto con los chicos que venían con ella, nos dirigimos a la cafetería.

Cuando entramos al lugar, está un poco lleno con estudiantes esperando sus pedidos y otras personas vestidas de oficina que seguramente salieron a almorzar para luego regresar a sus trabajos.

Me dirijo al mostrador para realizar mi pedido, dónde una chica de piel morena y rizos se encarga de tomarlo.

Luego, me quedo cerca del mostrador para esperar que me entreguen mi comida, mientras converso con los demás chicos sobre las clases de hoy.

Una vez que me entregan lo que pedí, me despido de los chicos y salgo apresurada del lugar para tomar el bus que estaba apunto de llegar. Cuando doy vuelta sin querer choco con alguien y derramo mi bebida.

Una chica de estatura alta, piel clara, ojos color aceituna y pelinegra se me queda viendo sorprendida de ver cómo mi bebida empapa totalmente su sudadera.

—Valió verga..— Es lo único que se me ocurrió decir en ese momento.

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Bienvenidos una vez más a mi primera aventura, trataré de actualizar seguido así que estén atentos.

Este capítulo fué creado para que conozcan un poco a nuestra querida Liv, quien lleva una vida bastante complicada y ajetreada.

Y sin más que decir, me despido, porque si y ya pues.









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