Prólogo

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San Francisco, 2012

" - Las cosas han empeorado cada vez más aquí en la ciudad... Es un completo caos... Yo, nosotros..."

" - Se nos ha acabado la medicina y solo nos queda como tres días de comida... Me ha dicho que deberíamos salir, buscar un mejor refugio, no creo que sea una buena idea"

" - Se ha ido la energía y ya me queda poca batería..."

" - Lo siento, lo siento... Sé que haberlo dejado en ese lugar fue un error, lo siento tanto... Intenté traerlo de regreso, de verdad que lo intenté, pero no pude, como lo sien-"

No era de sorprenderse la capacidad tan autodestructiva que podía tener el ser humano, ni su crueldad cuando el caos gobernaba o el miedo que los llevaba a hacer actos tan sádicos y violentos

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No era de sorprenderse la capacidad tan autodestructiva que podía tener el ser humano, ni su crueldad cuando el caos gobernaba o el miedo que los llevaba a hacer actos tan sádicos y violentos. Ante el pánico, el ser humano sacaba la peor parte de él mismo.

Hanna lo sabía, pero una cosa era saberlo y otra cosa era vivirlo. Su cuerpo se paralizó ante la imagen que tenía en frente de ella, ante el comunicado de la mortal enfermedad, todo el mundo entró en completo pánico. Las tiendas eran saqueadas, las personas se golpeaban entre ellas y en el peor de los casos, se disparaban entre ellos.

Era una masacre.

Apretó sus pálidos y delgados dedos sostenían la caja entre ellos, su corazón palpitaba con fuerza y salvajemente, sentía su pecho arder y parecía que su corazón se le saldría. Su hombro fue golpeado violentamente y tan frágil como una hoja en otoño, cayó con facilidad en el suelo. Los pocos frascos cayeron junto con ella y se hicieron añicos.

"No" murmuró ella, "No, por favor no"

Sus ojos se llenaron de lágrimas y con sus manos intentaba agarrar de manera en vana el aparato que se le había caído de su oreja. El ruido se apagó y ante ella el caos. Una figura masculina se acercó hacia su dirección y la tomó de los hombros.

Gritaba y gritaba, pero ella no lo escuchaba. Desde ese momento, había dejado de escuchar.

Apretó sus ojos y pudo sentir el sabor metálico resbalarse su lengua al morder su labio inferior con fuerza, su cuerpo no paraba de temblar

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Apretó sus ojos y pudo sentir el sabor metálico resbalarse su lengua al morder su labio inferior con fuerza, su cuerpo no paraba de temblar. El tacto áspero de aquellas manos contra sus mejillas y sus hombros se volvieron callosas, suaves y cálidas. Tan conocidas.

- Hanna... - Sintió su cuerpo estremecerse ante aquella voz grave y ronca, una voz que desconocía pero que sentía tan familiar - Hanna...

Sintió como su rostro era apretado contra un duro y fuerte torso, y su cuerpo era rodeado por unos grandes brazos. La humedad de sus labios acariciaba su oreja mientras sentía aquellos gruesos dedos enterrarse entre sus hebras doradas y acariciar su cabello.

- Hanna... Hanna.... - Susurraba su nombre como si fuera una mantra.

Entre abrió sus labios y de ellos salieron un sollozo, se aferró a aquellos anchos hombros y sus lagrimas humedecieron su peludo pecho, lloró y lloró hasta que su voz se apagó y Morfeo volvió a reclamar sus sueños.

- César siempre cuidar de Hanna...

----°----

- "¿Otra pesadilla?"

Pudo ver de reojo las señas que hacía su amigo hacia ella preguntándole con genuina preocupación, desde aquel accidente en el refugio, ella no paraba de tener pesadillas; Algunas veces se levantaba gritando, otras veces solo sollozoba y murmuraba cosas incoherentes, pero siempre había un nombre que mencionaba: César.

Varias veces quiso preguntarle quién era o porque de su reacción, algo que había aprendido en esos 6 años que llevaba junto a Hanna, es que nunca se hablaba de César. El brillo de sus ojos se apagaba y un sentimiento de culpabilidad se instalaba en ellos. 

Sea lo que hubiese pasado con aquel individuo, él preferiría aguantar su curiosidad y no saber.

- "¿Ahora a dónde?"

Sus ojos verde oliva se mezclaron con lo verdoso de la naturaleza a su al rededor, observó la fogata recién apagada a unos escasos metros de ellos y cerró sus ojos por un momento llevando su mano hacia el colgante en su cuello. Habían pasado por tanto que su cuerpo le exigía un descanso, un lugar donde sentirse a salvo.

Sabía a dónde tenían que ir.

- A casa - Contestó volteando a ver a su amigo y brindándole una pequeña pero suave y dulce sonrisa - Regresaremos a San Francisco.

Volvería al lugar donde nació y se crio.

Volvería... Porque ahí estaban ellos.

Estaba él.

Su César.

-----×-----

Holaaaaa holaaaa

Bueno, espero que les guste tanto esta historia como a mi me está gustando escribirla :3.

Es la primera vez que hago un Fanfic de este tipo, es algo nuevo para mi pero de cualquier cosa, me está encantando crearla.

Tengo un montón de ideas y planes para esta historia, así que déjenme saber en cada capítulo qué les ha gustado y qué no <3

Si los que vienen desde tiktok hasta mi cuenta para leer la historia, déjenme decirle que lxs amo demasiado <333 muchísimas gracias por el apoyo que le dan a la historia desde tiktok! 😩❤️

Este es apenas el prólogo, el primer capitulo como ya había mencionado en tiktok, será publicado el próximo fin de semana. Ojito, este fin de semana no, sino el otro 👀🙊

Bueno, sin más que decir, que disfruten de esta bella y hermosa historia!! ❤️

Cualquier duda o inquietud, me la dejan saber por aquí ❤️✨

Uhuhuhuh para todos ustedes 🐒❤️✨

-Capítulo sin editar-

Can you hear me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora