Violeta estaba sentada en la mesa de su cocina, aún en pijama y con una taza de café caliente en las manos. Lo primero que hacía por las mañanas era revisar los comentarios de la gente sobre sus tours.
Fue revisando hasta que se topó con la reseña más esperada. La abrió de inmediato y su rostro se iluminó al ver las cinco estrellas de Chiara y leer su comentario. Se rio por lo bajo, negando con la cabeza ante el ingenio de la chica.
"Bien jugado," murmuró para sí misma, y tomó su móvil para enviar un mensaje directo a Chiara en Instagram.
"Hola Chiara,
He visto tu nueva reseña. Parece que ahora sí nos entendemos. ¿Qué te parece si esta noche cenamos y debatimos sobre todos esos temas pendientes? Yo invito, como prometí.
Dime un lugar que te guste y ahí nos veremos"
La respuesta no tardó en llegar.
"Hola Violeta,
Me alegra que hayas visto la reseña. Pero me temo que elegir el lugar te toca a ti. Quiero ver cómo de buena eres eligiendo restaurantes, no solo tours...
Sorpréndeme"
Violeta sonrió y comenzó a buscar un lugar especial. Quería impresionar a Chiara y, después de pensarlo un poco, decidió reservar en un restaurante pequeño y acogedor en el Barrio de las Letras, famoso por su ambiente literario y bohemio. Era perfecto para continuar la conversación que habían comenzado en el tour.
A las nueve en punto, Violeta llegó al restaurante y encontró a Chiara esperando en una mesa cerca de la ventana. Llevaba un vestido azul que resaltaba sus ojos verdosos, y su expresión cambió a una sonrisa al ver a Violeta acercarse.
- Hola - saludó Chiara, poniéndose de pie para darle dos besos.
- Hola, Chiara. Me alegra que hayas venido - dijo Violeta, sintiendo una corriente eléctrica recorrerla al rozar su piel.
Se sentaron y comenzaron a charlar, primero de cosas triviales, como la comida y el ambiente del lugar, pero pronto se adentraron en temas más interesantes. Como el que las había llevado hasta allí.
- Gracias por la nueva reseña. Casi no me creía que fueras capaz de ponerme un 5/5 después de todo. ¿Eso es que cumplí las expectativas de la señorita exigente, entonces? - bromeó Violeta- Explícamelo, porque no parecías muy dispuesta a ponerme un sobresaliente cuando nos despedimos...
- Tengo que admitir que me encantó el tour del Barrio de las Letras, ya te lo dije. Tienes una forma de contar las historias que realmente me atrapó - confesó Chiara, mientras jugaba con su vaso de sangría, que contrastaba enormemente con la copa de vino blanco que había pedido Violeta.
- Me lo curré especialmente, nunca había tenido un público así... como tú. Normalmente la gente va más relajadita a esas cosas, ¿sabes? - le sonrió, alzando una ceja.
- Ya, pero es que a mí me apasiona aprender. Es algo que está intrínseco en mí y mi primera impresión de ti... - arrugó la nariz Chiara-. No fue la mejor.
- Pero la segunda impresión... - quiso saber Violeta, oír de su boca lo que pensaba de ella-. ¿Ahí sí, no?
- Creo que puedes intuir que no hago reseñas de puntuación perfecta si no lo creo de verdad - se ajustó las gafas de pasta negra Chiara.
- Y yo que pensaba que las cinco estrellas habían sido porque querías cenar conmigo... Creo recordar que me ofreciste un 4/5... - picó Violeta, insistiendo en eso.
- Bueno, es verdad que en el momento pensé que tampoco era absolutamente excelente para darte la máxima puntuación - confesó Chiara, haciéndose la interesante.
