¿De verdad Lo estás? Parte6.

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–Bien, baby. Recuéstate con cuidado que ya voy yo.

Me dijo mientras me bajaba de sus brazos. Fruncí un poco el ceño ya que no entendí.

-¿Y tú? ¿A dónde vas o qué?

-Solamente voy a ver que no haya nadie merodeando por aquí. Recuerda que de vez en cuando hago eso.

-Mmm. Está bien.

-Ve a recostarte que ya voy yo.

Asentí y me fui a nuestro lugar. Acomodé la cobija en el suelo para poder recostarme. Puse las almohadas más arriba y me acomodé con cuidado de no golpear mi vientre ni mucho menos mis pechos. Al ya estar acostado suspiré ya que me había cansado. Si ahorita mismo me canso al hacer este tipo de cosas tan fáciles, no me quiero ni imaginar cómo será cuando ya tenga más meses y se vea más grande mi vientre. No llevo ni dos meses y ya me canso hasta por acomodar las almohadas.

-¿Te duele algo baby? Te noto como cansado.

Sonreí ante eso. Coloqué mis manos en mi vientre para darle caricias como siempre.

-No es nada. Es que estoy respirando así porque… porque me cuesta moverme de más.

-Mmm, me imagino. Imagínate cuando tu panza crezca más.

Sonreí de nuevo.

-Eso mismo pensé. Si ahorita me canso así, que mi vientre no está nada grande, ¿imagínate a los 4 o 5 meses? Será muy difícil.

Goji se acomodó a mi lado, tomando mi mentón con suavidad.

-Para eso estaré yo, mi vida. Estaré a tu lado cuando más lo necesites.

Subí mi mano a su mejilla, dándole caricias con la yema de mis dedos.

-Lo sé mi amor. No quieres verme mal.

Goji besó mi mano.

-En lo absoluto. Sabes que lo hago por ti y nada más que por ti.

Suspiré y asentí con algo de tristeza.

-... ¿Y por ella?

¿Por qué siempre tengo que recordarle a su hijo? ¿Qué busco? ¿Pelear?

-¿Por ella quién?

Tragué saliva y quité mi sonrisa.

-P-por tu hija.

Contesté. No se sabe si mi bebé es niño o niña, pero desde ahora, o al menos cuando hable de él, le diré ella, ya que he notado que Goji siempre la llama "ella", cosa que se me hace raro, pero tierno a pesar de que no le interese su hijo.

Godzilla tomó mi mano para que dejara de darle caricias. Lo vi suspirar y desviar sus ojos de los míos.

-Lo lamento, amor. Sé que no quieres que ni si quiera te recuerde a mi bebé. Pero es que se me escapa.

-Pues que a la otra no se te olvide o escape.

Me contestó con algo de tosquedad y enojo. Tragué saliva y asentí, sintiendo mis ojos aguarse.

Pasó un minuto en el que ninguno de los dos dijo nada, hasta que él decidió romper el hielo.

-¿Y entonces…? ¿Comienzo?

Me puse nervioso porque sé a qué se refiere. Desvié mis ojos un momento y lo pensé…

¿De verdad es buena idea lo que me dijo Fran? Es que no quiero sentir más dolor del que ya siento ahora mismo. Tampoco quiero que, si llegamos a más, él dañe a mi bebé. Ya lo he dicho, Godzilla es muy pesado a la hora de tener relaciones conmigo, ¿qué no quita que esta vez no sea así?

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⏰ Última actualización: Jun 20 ⏰

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