Strangers ~ PoohPavel

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Pooh se despierta por los estruendos que provienen desde el piso inferior de su nueva casa, puede escuchar a sus hermanos totalmente alterados porque se niegan a asistir al instituto Clanginns, y su padre gritándoles enojado por ello.

Suelta un pequeño bostezo y se remueve en la pequeña cama hasta salir de ella y arrastrar sus pies fuera de su habitación. Apenas pisa el primer nivel de la cabaña donde ahora residen, tres pares de ojos lo observan fijamente.

— Tienen veinte minutos para arreglar sus cosas, la institución enviará a su gente a recogerlos —dice Tony antes de salir enojado de la casa—.

— No puedo creerlo —Sailub murmura completamente fastidiado—. Papá no puede obligarnos a ir a ese maldito lugar.

— Me niego a ir —complementa Benz con molestia—.

Ambos observan a Pooh esperando que también se queje, pero el menor solo camina hacia la cocina y busca algo para comer.

— Ayer estabas muy molesto por el hecho de cruzar la muralla y venir al mundo sobrenatural —Sailub lo mira con el ceño fruncido—. Y ahora estás emocionado por asistir a esa institución, ¿qué te sucedió?

— Nada —se encoge de hombros—. Solo estoy haciéndole las cosas más fáciles a papá...

— Exactamente Pooh... —el mayor de los tres se acerca hasta inclinar su rostro sobre el de su hermano pequeño y entrecierra sus ojos con sospecha—. ¿Qué te sucedió? —repite la pregunta—. Tú siempre vas en contra de lo que papá y los demás dicen.

— Bueno ahora ya no —suelta un bufido—. Será mejor que arreglen sus cosas como dijo papá.

— Yo no iré a ningún lado —Benz se cruza de brazos—.

— Si no van, significa que me dejarán a mí como el representante de nuestro clan —les sonrió de manera divertida—. Entonces podré hacer lo que quiera...

Sailub y Benz intercambiaron miradas rápidamente, porque en definitiva, no podrían dejar a su hermanito menor sin cuidado alguno, más aún cuando se encuentra próximo a tomar el puesto de Alfa de su manada.

— Bien —gruñe el mayor—. Iremos, pero solo para detener cualquier tipo de locura que estés pensando hacer.

Pooh suelta una risita traviesa y sube nuevamente las escaleras para darse un baño y vestirse para la ocasión. Se sentía algo emocionado por asistir a aquel centro estudiantil, pero no solo por el hecho de conocer a nuevas especies que jamás ha visto antes, sino por el bonito sentimiento que crece en su pecho de tan solo pensar que podría encontrarse nuevamente con aquel hermoso chico rubio de aroma delicioso.

Pavel camina hacia la oficina de la directora Moon mientras revisa la libreta con sus apuntes para la siguiente clase. Toca la puerta e ingresa después de escuchar que la mujer le cede el pase.