Un cambio (BORRADOR) [Pausada]

Capitulo 23

Narrador omnisciente

Pasado

Grace esperaba pacientemente a que alguno de las dos personas que vivían en esa casa bajara por esas escaleras, doblaba los dedos en su espalda para que su misterioso vecino antisocial bajara las escaleras, pues sabía que si una figura más grade se asomaba tendría que irse de la casa con las manos vacías...otra vez.

Rezo mentalmente a todos los dioses que conocía por que los pasos que se escuchaban que bajaban a toda velocidad fueran de Dylan y no de su madre Liz.

Soltó un profundo suspiro y agradeció a todos los dioses existentes y por existir por escuchar sus rezos, una vez que un malhumorado Dylan bajo las escaleras y se planto en su enfrente, con el ceño fruncido, los brazos cruzados y cara de disgusto pronunció:

—Vete.

Nada más.

Solo un "vete"

Así de cortante.

La pequeña se toco el pecho dramáticamente y con una sonrisa ladina dijo:

—Oblígame.

Eso enfureció al pequeño, que un arrebato la sujeto fuertemente el brazo y jaloneo hasta la salida. Grace se sujeto a la primer silla que encontró con su mano libre y dijo:

—Suéltame o grito y todos los demás vecinos escucharan y vendrán a mi rescate.

Dylan muy a su pesar la soltó, no quería causarle problemas a su madre. Grace se sobaba su brazo adolorido por el fuerte agarre que ejerció su vecino misterioso, pero el dolor pasó a segundo plano cuando las palabras que jamás espero escuchar de él, salieron de su boca.

—Dime que quieres y lárgate.

Abrió la boca indignada formando una gran O con ella.

—Es casa de Liz no tuya—el niño frunció el ceño desconcertado por sus palabras.

—¿Liz? ¿Mi madre?—inquirió a lo que ella asintió firmemente—¿Quien te crees que eras para hablarle así a mi madre? Eres solo una mocosa sin educación.

—Soy su amiga.

El pequeño levanto una ceja incrédulo.

—Escucha con atención niña V.E.T.E, ¿entendiste?

Grace asintió.

—Entendió perfectamente, pero solamente me iré hasta que haya visto toda ti habitación.

—¿Mi habitación?—pregunto confundido, Grace se encogió de hombros restándole importancia.

—Nunca se sabe que encontraremos en la habitación de un ser tan misterioso como tu. Además les prometí a las niñas del colegio una información detallada sobre ella.

Dylan pareció más confundió con sus palabras.

—No entraras a mi habitación—dijo firmemente.

—Tampoco te lo pregunte, solo te informe—sin decir ninguna palabra más y sin dejar objetar a Dylan, la niña salió disparada subiendo las escaleras a toda prisa. Corrió por la casa con los gritos de Dylan para que se detuviera tras de sí, incluso se topo con Liz pero simplemente la ignoro y entro en la habitación de Dylan, cerrando la puerta con perillo a su espalda.

—¡Ábreme la puerta!—soltó una risita al escucharlo al otro lado de la puerta.

Se paseo por toda la habitación, viendo los pósteres que tenía pegados a la pared, repaso su estante lleno de autos de carrera, clásicos, entre otros.