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Tratar con Alfas como él era cosa "sería", pero en realidad solo es un juego para tarados como él. Tarados que no saben que los omegas también tienen sentimientos, y que deberian tratarlos con aun más delicadeza si saben de sus emociones.

Rodrigo se sentía como un tonto, no tenía nada con Iván, pero aún así le importaba tanto, le dolia, le ardía. Odiaba verlo hablando con otra persona, sin importar si esa persona fuera o no un alfa. 

Pero aun así Rodrigo se sentía peor al saber que no tenía el valor suficiente para acercarse a Iván, mirarlo a esos ojos, y decirle que le gusta, que lo tiene como loco, que todas las mañanas se a levantado temprano para bañarse y alistarse lo mejor que pudiese solo para él, solo para que un idiota como él lo volteara a ver. Que empezó a hacer ejercicio extra para lograr definir cada parte de su cuerpo a su gusto, que a llorado al pensar que no era lo suficiente para él y que a dado toda su alma en tratar de reparar piezas rotas de su corazón. 

Es así como Rodrigo se miró al espejo del baño, mojo su cara con un poco de agua fría y se seco con una toalla. Dio un suspiro, como un pequeño grito de dolor que nacía de su corazón, y declaró en su mente: ──Me voy a cambiar de aula... - para estar con él. 



Él y Iván se conocían desde los 5 años, estudiaban a la misma escuela, y aun que tal vez el pelinegro no sepa de la existencia de Rodrigo; él si. 

Se había fijado en él desde años, pero no tenía el valor. Era demasiado tímido cuando se trtaba de él. Y aún que el alfa tenía fama de ser "amable", según la experiencia de Rodrigo él era una persona fría y de pocas palabras.


Llego el lunes, y Rodrigo ya se había cambiado de aula. Ahora estaba en la misma clase que Iván. 

De reojo miraba como el alfa platicaba con sus amigos, como su sonrisa se deslumbraba. Y sentía esa electricidad cubriendo su cuerpo, haciéndolo sonreír, sintiendo mariposas en el estómago. Él le hacia sentir todo, desde lo mejor hasta lo peor. 

Había hecho una amiga, se llamaba Angie, una alfa de pelo teñido que no hace poco había término con su antigua novia llamada Brisa. A Rodri le caía bien Angie. 

──Y... Tú te llevas bien con Iván, ¿no? ─ pregunto Rodrigo, tratando de poder conseguir un poco de información, aún que sea la mínima o al menos la justa y necesaria. Pues, cuanto más sepas, más oportunidades tienes. 

──Se, buen pibe, no más un poco muy insoportable─ sonrió, riéndose de su propio chiste. ─ Espera... ¿Te gusta Iván? ─. 

Rodrigo se sorprendió por la pregunta tan repentina que le estaban lanzando de la nada. Pudo sentir como sus mejillas se calentaban y sus nervios lo cubrían. 

── Eu Tomi, vení aca ─ llamo la teñida a un alfa de cabellera marrón. ── a este man le gusta Iván ─ señaló a Rodrigo, mientras una sonrisa se agrandaba en su rostro. 

── Wow, ya se jodio─  codeó a Angie, mientras una expresión burlona se generaba en su rostro. ──ni cagando te puede gustar ese pelotudo, Rodri ─. 

── ¿y que si me gusta? ─ rodó los ojos, y se levantó de su carpeta. Ya era hora del recreo. 

Bajo las escaleras con cierto enfado, esperaba encontrar a Alex, tenía mucho que contarle. Aun que fue distraído por Angie quien lo llamó para que se acercara a donde parecían estar todos los de la sección "A". 

Escuchaba las risas, y chiste que se hacían entre ellos. Sin darse cuenta que a su costado estaba Iván. Quién de manera directa tocó su hombro para llamar su atención. 

── Hola. Eu, ¿tu estabas en la promo de inicial? ─ Pregunto con cierta timidez, la cual sorprendió a Rodrigo. 

── Ah, si...─ respondió mirando a otro lugar para disimular que por dentro se estaba muriendo.

 ── Eu, t-  ─ Iván fue interrumpido por Angie quien empujó a Rodrigo contra él. 

── ¡AYY! Que bonito ligan. ─ Grito, mientras reía de por medio. 

Rodrigo estaba a punto de morir, sentía tantas emociones que pensaba que hiba a explotar. Se separó rápidamente de Iván y se dirigió a los baños del colegio. 

Se estaba secando las manos con una toalla de papel, cuando de repente pudo sentir como alguien jalaba un mechón de su pelo. 

── ¿¡Qué mierda te pasa?! ─ exclamó, desconcertado al igual como de ofendido. 

──Me pasa que te metiste con algo que es mío. ─ reclamo una omega, de su misma altura y ojos verdes, como él 




𝙀𝙉𝙏𝙍𝘼𝙍 𝙀𝙉 𝙀𝙇 𝙅𝙐𝙀𝙂𝙊 | (#𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora