Una mañana de invierno del primer día del año, se encontraba un emperador que pensaban que no tenía corazón, un ser sin alma, que devoraba a sus hijos con tal de no perder su lugar en el trono, el cual estaba al borde de la locura, al tomar una rosa de un color tan rojo como los rubíes que tenía nieve de inmaculada blancura se pinchó el dedo y unas gotas de sangre cayeron manchando la nieve, el miro hacia el cielo y gritó:
— ¡Por favor, se los ruego! ¡déjenme tener una hija, que ella calme mi maldito corazón y mi alma! — cayo de rodillas con la rosa aun en las manos —¡por favor, se los ruego, es lo único que les pido, déjenme ser padre y poder quedarme con ella! ¡por favor! — al oír sus gritos sus hermanos y hermanas vinieron a ver qué le pasaba a su hermano, cuando lo vieron se quedaron impactados, nunca habían visto a su hermano en tal estado
Los hombres fueron los primeros en salir del transe y corrieron a ayudarlo.
— ¡Cronos! — mencionaron todos al mismo tiempo
— ¡¿Por Kaos, qué demonios estás haciendo?! — le preguntó su hermano Japeto intentando levantarlo con la ayuda de Hiperión, pero se les estaba haciendo difícil ya que Cronos forcejeaba con ellos con la intención de no levantarse de ahí
— ¡Cronos! ¿Que tienes? — le preguntaron sus hermanas – por favor, di algo —
— Déjenme tener una hija y quedarme con ella — dijo él con la mirada perdida — solo eso pido, solo eso —
— ¿Qué hacemos? — pregunto preocupada Tetis
— No lo sé — mencionó Crio — Pero por el momento hay que llevarlo a su habitación y después ya veremos —
Intentaron hacer que Cronos regresará al palacio, pero era imposible, nadie pudo hacerlo entrar. Estuvo ahí, en la nieve con la rosa en la mano durante una semana. Esa semana intentaron todo para hacerlo entrar, pero él se negaba y solo se quedaba ahí. Hasta que un día se levantó y fue a ver a su esposa Rhea, la cual estaba desconsolada, ya que hace poco él había encerrado a su pequeña hija Demeter, por ese motivo no se había enterado de lo que había pasado con Cronos y sus hermanos y hermanas no quisieron mencionarle nada para no alterarla.
A los 4 meses Cronos recibió una noticia que le devolvió por completo la vida, él iba a volver a ser papá, su deseo se había cumplido, los primeros meses del embarazo de Rhea estuvo con ella y fue muy feliz, hasta que un día los poderes de profecía de su hermana Febe se activaron y supieron que iban a ser dos bebés, no uno, Cronos no sabía qué hacer, pero pensó que tal vez se quedaría con los dos, entonces decidió guardar la calma y concentrarse en sus bebés.
A mediados de noviembre nacieron sus hijos.
En la noche la bebé lloraba, así que el emperador se acercó a calmarla, cuando Cronos sostuvo a su hija en sus brazos sintió la vida regresar a él. Acercó su mano a la mejilla de la bebé que al sentir el tacto de su progenitor sonrió mientras agarraba el pulgar de su papá, Cronos sonrió y su asombro fue inmenso al ver a la pequeña abrir los ojos y ver el mismo azul marino de los zafiros en sus ojos, iguales a los de él. En ese momento la amó, la amó como nunca amó a alguien en su larga existencia, su amor por ella no se comparaba con el inmenso universo, no, nada era comparable con su amor por ella.
Acariciaba su hermoso rostro y dijo:
— Hola mi amor, tu vida será tan hermosa como lo eres tú — la bebé observaba atenta a su papá — yo te daré todo mi amor, tendrás todo de mi — la bebé se empezó a tranquilizar — yo me encargaré de todo, crecerás feliz, así que no llores, yo haré todo por ti — la bebé soltó una pequeña risa y sonrió — Hera... tu nombre será Hera, un nombre tan hermoso como tú, mi hermosa Hera.
Espero que les haya gustado, hasta luego🍀✨
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XOXO <3

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HERA: TITANOMAQUIA
RandomSoy una titánide... hija del tiempo. Sin límites y bendecida por todos. Pero ahora no sé qué se supone que sea. Extraño mi casa. Extraño a mi familia. Y, más que nada, extraño a mi padre. Siento que los abandone para sobrevivir. Para que estuviéram...