Capítulo 2

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La gatita tiene una cara  molesta mientras iban en el transportador en manos de Irin, ¿para que la llevaban a un veterinario si ella ya sabía lo que tenía? Además, Kate iba cantando una ridícula canción infantil que le hacia doler la cabeza. Definitivamente su mal humor no quería irse.

Unos minutos más tarde observa como Irin abría una puerta haciendo sonar una campanita, el lugar no era muy grande, al contrario, era un espacio reducido, pero comodo y bien ambientado.

- Hola Nam, marque la cita para una hora más adelante, pero se me presentó un pequeño contratiempo tuve que venir antes, ¿es mucho problema? - Fue lo primero que dijo Irn al encontrase con la especialista, hablando amenamente con el chico de la recepción.

La mayor dejo de lado su conversación para poner mejor atención a la chica frente a ella.

- No, para nada Irin, estoy libre a esta hora, podemos pasar al consultorio de una vez - Invitó la mayor y Irin asintió siguiéndola cuando comenzó a caminar hacia una de las puertas que estaban en el pequeño local.

Entraron aquel lugar donde estaba una camilla y algunos equipamientos médicos, Irin coloco sobre la camilla el transportador y abrió aquella reja que mantenía presa a la gatita, esperando que esta saliera apenas fuera dejada libre, pero eso no sucedió.

- Vamos Becky, sal - Llamaba Irin, pero ella hacia caso omiso, ignorando cada una de sus palabras.

- No me pueden obligar, humanos inútiles - maullaba la gatita.

La chica bufa por lo necia que era su mascota, debía por lo necio que era su mascota, debía hacer las cosas por las malas.

- Beckyyy llamo esta vez metiendo su mano y tomándola por su patita, no quería lastimarla así que esperaba no hacerlo mientras tiraba con cuidado de su extremidad.

- No te atrevas Irin, por favor.

Sus garritas se enterraron en el interior del transportador mientras tiraba de ella, intentando sacarla lo que ocasiono un ruido bastante molesto sumándole sus maullidos de clemencia, un desastre.

Nam al ver que la chica menor no podía solo decidió meter las manos en el asunto ayudándola con la gata testaruda.

Cuando al fin se rindió de su insólita lucha la recostaron en la camilla, mientras Irin relataba los extraños síntomas y cambios de su gatita había presentado últimamente, Nam asentía escuchando y revisando superficialmente a la gatita como era normal en cada una de sus citas.

Palpó sobre su estómago ante la acción, volviendo a tocar con detalles, en búsqueda de sentir diferente, recibiendo la misma respuesta un tanto salvaje del animal.

- Mmm, creo que empiezo a entender que es lo que sucede - Nam mantuvo a la gatita boca arriba para confirmar su hipótesis palpo un poco más debajo de donde lo había hecho hace rato.

- ¿Qué sucede, Nam? - Pregunta Irin extrañada, Nam le hizo una seña para que esperara un poco y se movió de su lugar para buscar el instrumental necesario.

Irn frunció el ceño al mirar lo que Nam tenía en sus manos, pues era aquel transductor que utilizaban para realizar ecografías, y entonces se preocupo por lo que pudiera estar pasando con su gatita internamente, ¿ y si era demasiado grave? No estaba nada lista para afrontar la perdida de Becky.

- ¡Gatito! - El grito de Kate los hizo desconcentrarse, pues la pequeña tenia una gatita negra entre entre sus brazos abrazándola, y la gatita luchaba por huir por el dolor que le provocaba ese abrazo.

- ¡Suéltala! - La voz de un niño se escucho casi de inmediato desde la puerta del consultorio - La lastimas, tonta - expresa con molestia en su voz.

Kate hizo un puchero triste ante el grito, nunca antes le habían gritado de esa forma y aflojo su agarre.

- Heng - regaña Nam severamente - No puedes entrar de esa manera a mi consultorio y tampoco puedes decirle ese tipo de palabras a nuestros pacientes.

-¡Pero ella lo esta lastimando mami! Tiene su patita rota - señalo a la niña que aun sostenía al gato - niña mala.

Irin decidió intervenir rápidamente, acercándose hacia su pequeña bebé.

- Kate suelta a la gatita - La niña levanto su mirada encontrándose con la mirada calmada y cálida de su madre entonces deja al animalito en el suelo y seguidamente levanto sus bracitos, pidiendo ser cargada, cosa que su madre hizo, sus manitos comenzaron a explorar por el pecho de Irin - Lo siento Heng, pero Kate aun es un bebé, no entiende muchas cosas.

- Heng pide perdón y te retiras del consultorio porque estoy trabajando - El pequeño bufo mirando hacia la beba mimada en los brazos de su madre, volvió por lo que le había pedido.

Rodó los ojos inconformes, pero prefirió hacer caso.

- Lo siento Kate - Se disculpó el pequeño.

La niña escondió su cara en el pecho de su mamá sin siquiera escuchar a Heng, el cual salió de brazos cruzados de la habitación.

Becky por su parte no aguanto el chisme y miró hacia abajo, encontrándose nada más y nada menos que con aquella que le había embarazado y abandonado.

- ¡Desgraciada! - maulló al verla.

Freen a escuchar esos tan conocidos maullidos levanto su vista encontrándose con la gatita de sus ojos y emocionada trata de subir a donde su amada se encontraba mientras los humano no les prestaban atención.

- ¡Becky! - Dijo con emoción al estar a su lado, más Becky hizo como si no lo hubiera escuchado - Estaba loca por verte, te extrañe mucho, muchísimo.

- Ja si claro - Dijo esta mirando hacia sus gatitas, gata cínica.

- ¡Es verdad! Solo que mamá Nam no me dejaba salir a la calle y Heng estaba sobre mi todo el día vigilando que no me fuera - Intentó explicarse Freen - Pero no creas que mamá Nam es cruel, todo es por mi patita, por eso no podía ir a verte.

Hizo referencia a su patita vendada, que Becky mira, sintiéndose un poco culpable pro sus pensamientos anteriores. Algo grave había pasado con Freen y ella deseando que comiera una rata intoxicada.

- ¿Qué te ocurrió? - Pregunta con algo de preocupación, pero intentando no demostrarlo demasiado, poco a poco.

- Un humano en bicicleta me piso mi esponjosa patita - Cerro sus ojitos gatunos al recordar aquel dolor.

- Ouch, hay tantos humanos insensibles - Expresa Becky con pesar colocando su patita sobre la de Freen, comprendiendo a la gatita - Pensé que solo había sido una gata de una noche para ti.

- ¡Por supuesto que no Becky! - exclama - Me gustas de verdad.

- ¿De verdad? - Preguntó con algo de desconfianza.

El amor en el reino animal era mucho más simple que el de los humanos, había química y era todo lo que se necesitaba, la atracción era innegable y el deseo de estar juntas importaba mucho más, esperar para formar una relación no era del todo una opción.

- ¡Si! - respondió con emoción.

Quiso sonreír por la emoción de la otra, adorable.

- Creo que a mi también Freen - Confeso la gata.

Nam volvió su atención hacia la camilla, encontrándose con la adorable escena de estos dos.

- Hey, parece que Becky y Freen se hicieron amiguitas - Dijo Nam con una sonrisa tomando a su gatita apartándola la paciente para proseguir con su trabajo.

- Si, amiguitas, muy amiguitas - pensó Becky.

Tomo los aparatos listos y procedió a por fin revisar a Becky con el aparato, bajo la mirada extraña de Irin, pasaba el transductor sobre el vientre de la gata, que se encontraba mucho más dócil.

...


Mininas | FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora