Final

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Cuatro bebés están sobre la alfombra afelpada en la sala de aquel hogar, jugando quien sabe que cosa con algunos juguetes, la convivencia no era del todo buena entre esos cuatro, pues la mayoría del tiempo andaban molestando a la mayor de ellas como su madre les había enseñado.

Irin los observa desde la cocina porque estaba preparando el almuerzo, la forma en la que esos gatitos crecían le daba escalofríos, había transcurrido un mes aproximadamente desde sus nacimientos y en su forma humana estaban casi del tamaño de Kate, hasta ya caminaban, lo que dificultaba un poco su tarea de ocultar a los pequeños híbridos y eso le preocupaba un poco.

La pequeña Namo se levantó con una sonrisa traviesa de bebé, caminando donde estaba Kate haciendo una coleta en el cabello de Mon, con rapidez tomó el chupón de la boca de la mayor y se transformó rápidamente en su forma gatuna, llevándoselo a la boca, dejando a Kate en un mar de llanto.

Becky por su parte reía panza arriba había entrenado bien a las tres mocosas, aunque casi se ahogó debido a que Sam había mordido uno  de sus pezones en busca de alimento.

- Mocosa, ten más cuidado - Regañó tratando de acomodarse, pero le era imposible porque Sam estaba casi encima de ella y con sus patitas presionaba para que saliera más leche, Becky lloriqueó, ser madre no era fácil.

- No deberías enseñarles a las niñas a molestar a Kate, creo que Noey no esta muy contenta con eso la semana pasada la rasguñaron - Dijo Freen, tomando a Namo en su boca, arrastrándola para que dejara el chupón sobre la alfombra.

- Gracias Freen - Le había dicho Irin agachándose a tomar el chupón con una Kate llorosa en brazos - Ya cariño, déjame lavarlo.

Y desapareció yendo a la cocina, con Mon siguiendo siguiéndole, desde que la gatita descubrió que Irin también tenía leche no había parado de buscarla para que le diera aunque sea un poco.

Freen volvió a donde estaba Becky acurrucándose contra ella y Sam.

- No seas aburrida Frinky, una de las mejores cosas de ser gato es molestar a los bebés humanos y raspar el sofá, pero ya Irin me amenazó con no comprarme la nueva almohada, ¿puedes creerlo?, es un monstruo. - Dijo y con una de sus patitas empuja la cabezíta de Sam para que la soltara - ¡Ay! Sam estas mordiéndome.

La gatita finalmente soltó a su madre y corrió hacia Namo para jugar a las peleas un rato.

- Ahg Becky a veces se pasan con sus bromas - Respondió pasando su lengua por unas de sus mejillas, mientras Becky ronroneaba.

No comprendía mucho a Freen cuando se ponía a discutir por cosas como esa , ella solo quería dejar su legado a sus gatitas, que fueran educados con aquellas habilidades gatunas de las que se sentía orgullosa.

- Ya olvida eso, solo dime que me amas como siempre haces Frinky.

- Mnm, te amo mucho mi gatita - Respondió lamiendo sus bigotitos - Traje una rata para ustedes, esta afuera, ya sabes como se pone Irin cuando las meto a la casa, últimamente las palomas se han portado bien así que no he tomado a ninguna, aunque le prometí a la brigada que ya no tomaría más de ellas.

- Tomas muy en cuenta a Irin, no es la dueña del mundo - Refunfuño dejándose hacer - Por otro lado, mi celo esta cerca de nuevo, quizás podamos dejar a los niños con Nam, y tu y yo vamos a mi habitación.

Freen maulló emocionada por la idea.

- Nam dijo que debía ser en nuestra forma humana para usar esa cosa que me dio para no embarazarte otra vez, dijo que si teníamos más camaditas ella iba a suicidarse.

- Es tan exagerada, creo que es cosa de humanos - y cuando se disponía a tumbarse sobre su alfa otra de las pequeñas demonios apareció tirándose sobre ella con ganas de alimentarse.

- Mami, mami - Sam tomó su pezón e igual Namo anteriormente comenzó a alimentarse.

Freen rio por el comportamiento de sus gatitas, con esas pequeñas estaban siendo difícil tener tiempo a solas con su linda omega.

- Creo que debemos posponerlo - Dijo suspirando y recostando su cabeza en sus patitas.

... 

- Quiero una fila en frente de mí, es hora del baño - Maulló demandante Becky y las gatitas no dudaron en hacer caso sentándose una al lado de la otra.

- Mami, baño no me gusta - Habló Sam quejándose mirando a Freen, pues era esta quien solía consentirla en sus caprichos.

Freen negó y fue ella quien pasó su lengua áspera sobre la cabeza de la menor, que se quejaba entre maullidos como si estuvieran lastimándola.

- Shh Sam, te vi jugando con el gato del vecino, te he dicho que no me gusta. Ese tipo ya es un adulto y te mira como si... - Becky intentó suprimir su rabia mientras bañaba a Namo - La próxima vez que lo vea le sacare un ojo al desgraciado.

- Te dije que me lo dejaras a mí, las palomas pueden hacer el trabajo sucio, ya sabes - Propuso la alfa.

Becky por su parte seguía algo molesta pasando su lengua esta vez sobre Mon, cuidar a esas tres gatitas era difícil, crecían demasiado rápido y pronto llegaría su celo, lo que más temía porque estaba segura que Freen no podría mantener más gatitos, aunque ella quisiera no tenía condición de tener una casa llena de híbridos, no quería que los regalaran y que fueran maltratados en otros hogares.

Cuando dejó su trabajo de limpiar a las menores las dejó libres para ir a jugar o molestar a Kate.

- Becky, ya deja de estar triste - Comentó Freen acostándose a su lado - No pasara nada con las niñas, ya te dije que podríamos irnos buscar un nuevo hogar, te prometo que no les faltara nada.

- Vivir en la calle sería más peligroso - Respondió recostando su cabeza contra la de la otra - Imagínate si se roban a las niñas, ? y si experimentan con ellas? O... ¿ los llevan a un prostíbulo? Yo me muero Freen, si algo les...

-- Shh, ya , ya -Calma la alfa - No pasara nada de eso amor, no me gusta cuando te pones así de triste.

Becky levantó su vista, para asegurar que sus hijas aun jugaban dentro de casa, miró a estas tres en su forma humana, jugando con Irin y Kate, observó la forma amorosa con la que esta las trataba, aunque muchas veces le sacaban canas verdes Irin las amaba, eso ella lo  sabía y el sentimiento era mutuo, ella no sería nada sin Irin en su vida, solo que no lo admitiría en voz alta.

Freen se dio cuenta de la mirada de la gatita y sonrió, pasando su lengua por su boca.

Como híbridos tenían muchas preocupaciones, y aunque muchas veces no lo demostraban tenían miedo, por eso muchas veces preferían dormir sobre sus dueños y que los acariciaran para sentirse mejor, habían tenido suerte de las familias humanas que les había tocado a ambas, unas las querían mucho y las cuidaban demasiado, hacían que las preocupaciones desaparecieran por tiempos. La omega sonrió al ver a Sam tirando de la camisa de Irin y a Kate mal humorada empujándola lejos de su mami.

Comprendido que eran una gran familia y no debía preocuparse por el futuro, sabia que los humanos la ayudarían cuanto fuera posible y lo agradecía mucho. Le hizo una seña a Freen que la siguiera a la habitación, aprovecharían que las gatitas estaban distraídas.

Mininas | FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora