Mereces ser amada

El perdon #21

Amanda

No tuve otra opción que subir al escenario, cuando procedía a subir Naomi se puso a mi lado

-Amanda...—

-Cállate—

No quería escuchar sus estúpidas excusas, sabía que no debía confiar en ella, sabía que tenía que confiar en Oliver pero como siempre, no lo hice...

-Señorita Amanda ¿se encuentra bien?— preguntó la jueza, sabía que me veía mal pero no tanto

-¡Si! Es la emoción del momento, ya sabe—

Nos entregaron unas coronas personalizadas a cada una

-Felicidades chicas, lo hicieron excelente— La maestra que era jueza esa noche nos felicitó

-Gracias— Naomi y yo dijimos al unísono

-¡Un fuerte aplauso para nuestras ganadoras!—

Naomi agarró mi mano y la alzó junto a la suya, mentiría si dijera que me incomodaba su toque, ya que era algo que estuve esperando hace mucho tiempo, pero ahora no era el momento, no ahora...

-¡Gracias por acompañarnos y disfruten de lo que queda de esta noche!— cuando el presentador terminó la frase salí inmediatamente del escenario y me dirigí al backstage, mi peor error, ya que Naomi me alcanzó

-Amanda por favor—

-Entiende que no es no— me puse a la defensiva

-Escúchame un minuto, por favor—

-Corre tu tiempo— decidí darle el beneficio de la duda

-Bien, cuando Daniel terminó de cantar miré a Raúl escabullirse aquí, sabía que algo no me pintaba bien y tenía razón, cuando tú estabas apunto de cantar, él desconectó todos los cables, quise arreglarlo pero no pude—

-¿Se supone que debo de creerte?— sonaba algo ilógico, después de que pasara su turno no lo había vuelto a ver, pensaba que ya se habría ido

-¡Amanda te estoy diciendo la verdad! Debes creerme—

-¿Porque lo haría? Cuando empecé a estudiar aquí tú me hiciste la vida imposible—

-He cambiado—

-No parece—

-Tu nunca entenderás que digo la verdad— Naomi empezó a acercarse a mí

-¿Q-que haces?— quise intentar retroceder pero fue en vano, no tenía escapatoria

-Algo que debí hacer hace mucho tiempo—

Los labios de ambas se juntaron, el beso era lento e inexperto pero a la vez estaba cargado de un gran deseo

-Espera....— puse mis manos sobre el pecho de Naomi para frenarla

-¿Qué?—

-Esto está mal... tú tienes novia y no está bien...—

-Al carajo eso—

Naomi volvió a juntar sus labios pero esta vez había un hambre inexplicable en ella, sus manos recorrieron el cuerpo de la contraria hasta parar en su cintura, Amanda no se quedó quieta y posicionó sus manos en el cuello de Naomi para profundizar más el beso, si es que eso era posible, después de unos segundos de estar acostumbrándose la una a la otra se separaron por la falta de aire

-Naomi... no— respondí agitada

-No digas que no, sé que tú también querías hacerlo— tenía razón, quería hacerlo y no me arrepiento en lo absoluto, pero eso no quita que esté mal