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LA JOVEN DESPERTÓ AL DÍA siguiente con una sensación extraña, como si el sol brillara más fuerte y el aire estuviera más fresco. La memoria del encuentro con Aegon en el jardín seguía viva en su mente, como si fuera un sueño que se desvaneciera al contacto con la realidad. Se levantó de la cama y miró por la ventana, donde los jardines del castillo se extendían frente a ella. Aunque no había vuelto a encontrarse con el rey, la imagen de su rostro, tan cercano y tan distante al mismo tiempo, persistía.

A pesar de la dulzura de la conversación, había algo que no podía ignorar. Vaerys sabía que Aegon no solo la había observado como una dama del reino, sino como una posible esposa. Y aunque su padre había sido claro al señalar que no deseaba apresurar las cosas, ella sentía que algo dentro de ella comenzaba a cambiar. No sabía si se trataba de una fascinación pasajera o algo más profundo, pero cada vez que pensaba en él, su corazón latía con una intensidad que no podía controlar.

La joven se encontraba en la habitación de su madre, quien la observaba en silencio, algo en su expresión le decía que algo había cambiado en ella.

━¿Qué te pasa, hija? ━ preguntó Lady Nyra, su voz suave pero llena de interés.

Vaerys levantó la vista, sorprendida de que su madre lo notara.

━¿Qué quieres decir? ━ respondió, tratando de disimular el torbellino de pensamientos que la invadía.

━ Sé que algo está pasando, Vaerys. Has cambiado desde ayer. Tu rostro se ilumina de una manera diferente cuando hablas del rey. ¿Estás pensando en él? ━ Lady Nyra preguntó, acercándose a su hija y tomando sus manos con una suavidad que solo una madre podía tener.

Vaerys no pudo evitar sonrojarse.

━ No es solo eso... ━ murmuró, mirando sus manos como si buscara las palabras. ━ Es que... no estoy segura de lo que siento. Aegon es el rey, y todo lo que hemos aprendido en nuestra familia nos dice que esto debería ser un honor... pero siento algo más, algo que no puedo definir.

Su madre la observó con una mezcla de comprensión y preocupación. Sabía lo que implicaba la vida en la corte y las intrigas de la nobleza. Aegon no era solo un hombre, era el rey, y Vaerys debía ser cautelosa. Pero también comprendía que su hija no podía controlar los sentimientos que nacían en su corazón.

━ Es comprensible que te sientas así ━ dijo Lady Nyra, acariciando el cabello de Vaerys con ternura. ━ Pero recuerda que eres una Drageni. Tu futuro no está predeterminado por el deseo del rey, sino por las decisiones que tomes. Debes ser sabia, hija mía. No te dejes llevar solo por el corazón.

Por otro lado, Aegon se encontraba en la sala del trono, atendiendo a los asuntos de su reino, pero su mente no podía dejar de regresar a Vaerys. Aunque su papel como rey era su prioridad, algo en su pecho se apretaba cada vez que pensaba en ella. Después de la conversación en los jardines, se dio cuenta de que la joven Drageni no era como las demás mujeres que había conocido en su vida. Había algo diferente en ella, una quietud, una belleza silenciosa que lo atraía de una manera que no podía ignorar.

━Majestad, ha llegado una delegación de la ciudad costera de Volantis. ━Un mensajero interrumpió sus pensamientos.

Aegon levantó la vista, sintiendo cómo la realidad lo golpeaba nuevamente. Como rey, debía estar preparado para enfrentarse a los problemas del reino, pero no podía evitar pensar que, en ese momento, lo que más deseaba era conocer más a la joven Vaerys, más allá de su posición política.






El pasillo estaba silencioso, apenas iluminado por la luz suave que se filtraba a través de las ventanas altas. Vaerys caminaba con paso ligero, los dedos rozando las paredes de piedra fría mientras pensaba en la conversación de esa mañana con su madre. Sus pensamientos seguían enredados en las palabras de Aegon, en la forma en que su mirada había rozado la suya con una intensidad tan desconocida para ella.

𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ aegon iii targaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora