V. RESIGNACIÓN CRISTIANA

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Sanji, ojiplático permaneció unos segundos mirando desconcertado a Pudding hasta que su cabeza se enfrió levemente y pudo volver a formular oraciones.

- ¿Cómo casarnos?

- Fue uno de los puntos para el acuerdo de paz. Un matrimonio entre ambas familias como pacto

No volvió a abrir la boca durante el resto del torneo. Se sentía engañado. Su padre había prometido dejarle ir lejos de la capital y ¿ahora se casaba con esa chica y debía abandonar su reino? Ni hablar. En cuanto terminó la justa se levantó decidido para hablar con su padre a solas pero este no parecía dispuesto a atenderle por lo que tuvo que insistir a lo largo de toda la tarde. Al final aburrido de que le persiguiera por el palacio su padre cedió. Fueron a la primera sala vacía que encontraron y cerraron las puertas tras ellos.

- ¿Qué diablos te pasa? ¿No ves que estoy ocupado saludando a la corte y atendiendo a los invitados?

- ¿Me caso y me entero por la novia?

- ¿Importa mucho por quien te enteres?

- Me prometisteis dejarme ir a mi aire. ¿Cumplí mi destierro en el campo de batalla y ahora me hacéis esto?

- Harás lo que se te ordene. Haz el favor de servir a la familia y al apellido como hacemos todos y dejar de quejarte ¿Te crees que yo quería casarme con tu madre? No, y la aguante hasta el bendito día que se fue. Cumplí con mi obligación y tuve descendencia. Ahora tú harás lo mismo. Ya va siendo hora de que hagas algo decente con tu vida. Deja de avergonzarme, a mi y a la familia. La pobre incauta de la princesa Pudding se ha encaprichado contigo así que cumple con tu deber y prepara tus cosas pues partirás con ellos en seis días

Salió del salón para volver a atender la fiesta y poco después lo hizo él aún derrotado por las nuevas noticias. No quiso ir a la cena. Trató de negarse en rotundo pero Ichiji insistió en que debía hacerlo por lo que no le quedó otra más que sentarse al lado de su prometida, poner buena cara y tratar de hablar lo mínimo e imprescindible con nadie. Subió a su alcoba completamente hundido aunque más se hundió cuando vio a Zoro sentado en la cama esperando por él. No llevaba puesta la parte de arriba, solo un vendaje que cubría el hombro y parte del torso. Había olvidado por completo su caída tras la nefasta noticia recibida. Se acercó rápidamente a él e inspeccionó la herida.

- ¿Estáis bien? ¿Es grave?

- No, relajaos. Una pequeña herida en el hombro y algún moretón en las costillas pero nada feo - dijo muy sonriente - el dinero del premio habrá que pensar en qué gastárselo

- ¿Ganasteis?

- ¿No visteis el torneo completo? - se había quedado hasta el final pero estuvo muy ocupado procesando la traición de su padre como para prestarle atención

- Lamento no haber estado atento. Tengo muy malas noticias. Mi padre no cumplirá su promesa y no podremos irnos como habíamos planeado. Me han prometido con Pudding

- ¿Pudding? ¿La Charlotte? Pero si es una cría Sanji

- ¿Creéis que a mi me hace ilusión alguna este matrimonio? - respondió frustrado alejándose de Zoro para sentarse en la esquina opuesta a él - Me voy en seis días a Whole Cake

- Querréis decir que nos vamos

- No puedo pediros que vengáis conmigo, es un largo viaje y no podré protegeros. No es mi reino y no sé si tendré algún tipo de poder allí. Si algo malo os pasa...

EL PESO DE LA CORONA (ZOSAN/SANZO+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora