𝐍𝐨 𝐡𝐨𝐦𝐨 || railo

- 010.

Eran las cuatro de la tarde de un sábado, todos los chicos se sentaron alrededor de la sala de estar en el departamento de Rai, donde algunos buscaban botana, discutían sobre qué película ver, y bueno, luego estaba Alondra con Rai dándose mimos. Alondra tomaba las manos de Rai, adoraba que la rizada tuviera las manos tan pequeñas, o que su piel fuera tan suave. Su mente divagaba mucho en Rai; en su lindo cabello rizado con olor a duraznos debió al shampoo que compraba, sus ojos tan intensos como el fuego, pero tan dulces cuando la miraban que prendaba en algún momento que se perdería en ellos.

Si, Alondra estaba siendo una cursi, pero no le molestaba en absoluto si era con Rai porque, bueno, era su bebé de quien se hablaba.

Todo iba bien hasta que Alex dio la idea de que todos bebieran juntos, la verdad a nadie le molestó aquello, era fin de semana, además, tomar un descanso y beber entre amigos era realmente divertido. Así que Rai aprobó que fueran a comprar a la tienda de 24 horas de una cuadra antes.

Alex y Molly fueron a comprar aquello, mientras los demás ordenaban todo alrededor de la mesa de la sala de Rai. Alondra se movía cm si fuera su propia casa buscando los vasos para la shots de tequila que de seguro comprarían mientras Brisa, Ari y Angie ponían hielo con fritas para vaciar el alcohol y n el momento en que Molly y Alex llegaran.

Y Rivers... bueno, ella comía botana mientras los chicos hacían el resto, Rai al ver esto solo negó y se sentó al terminar al lado de la muchacha, que la miraba fijamente y luego a la botana que estaba en sus manos para decir. — ¿Quieres cheetos? — La muchacha tenía ojos perezosos, pero tiernos a los ojos de Rai, que solo asintió, sonriendo levemente hacia ella.

Alondra miró todo con una ceja alzada levemente, y se sentó al lado de Rai, dejándola en medio entre Rivers y ella.

- Rivers, dame cheetos. — La chica la miró con el ceño fruncido.

- No, compra los tuyos. — Alondra miró a Rai, luego a Rivers, para darse vuelta en el sillón, dándole la espalda a Rai, quien soltó una carcajada por lo bajo.

Alex y Molly llegaron, y como estaba previsto, habían comprado dos botellas de vodka, una de tequila y cuatro packs de cerveza. Cuando todo estuvo listo, simplemente se sentaron alrededor de la mesa.

Todos se sirvieron un shot de tequila y dieron un brindis elevando sus vasos para tomar un sorbo de estos, excepto Rai, que se tomó el suyo como si se tratara de agua y todos se rieron ante la reacción de Brisa. — Dios santo, Rai, yo no te he enseñado a beber así.

Rai sonrió angelicalmente para calmar a Brisa, diciéndole que tiene un buen aguante para el alcohol. Y el desmadre comenzó luego de que Angie propusiera jugar verdad o reto.

Súper cliché y efectivo, Angie no se iba a ir de esa casa sin ver a Alondra y Rai besándose, eso sí que no.

Todos aceptaron, algo idos por el alcohol. Empezó el juego.