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Rai estaba cansada de la idiota de Alondra, por eso decidió que aunque le duela bastante

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Rai estaba cansada de la idiota de Alondra, por eso decidió que aunque le duela bastante... quizás deba rendirse completamente.

Todos los chicos saben aquello, pues la rizada estaba más decaída de lo normal e incluso más pálida y enferma, ni siquiera aceptaba sus salidas en grupo.

Y cuando todos piden ir a verla, los rechazaba sin meditarlo mucho, en especial en el caso de la castaña, que con una sola mirada la rizada la hubiera enterrado diez metros bajo tierra por lo estúpida que se había comportado.

Fue entonces que Angie, con la ayuda de Brisa, pensaron en una forma de hacer que ambas se juntarán nuevamente sin ser muy evidentes.

Angie es la mejor amiga de Rai, aunque sus personalidades no parecen congeniar tanto e incluso tuvieron un ex crush entre ellas años atrás, ahora eran la consejera de la otra, Brisa, por su parte, era un pilar para Rai y Rai se volvió algo mucho más especial para Brisa, eran... familia.

Brisa pues... era la mamá de Rai, aún después de muchas discusiones, Brisa admitía que se había encariñado con la rizada y en verdad la mimaba cuando nadie estaba cerca, llevándola a comer porque si. Rai amaba a Brisa por eso, y a Brisa se le hacía lo más tierno del mundo minar a la rizada, que luego agradecía con una linda sonrisa y sus mejillas llenas de comida deliciosa.

Así, ambas novias pensaron en algo para que la castaña se diera cuenta de todo. Rai hacía accedido a ir con todos luego de que Angie casi le rogara y le prometiera comparar sus hamburguesas especiales.

Alondra iba a acercarse como siempre a la rizada, pero entonces Angie se adelantó y se acomodó al lado de ella, pasando su mano por la cintura de esta y posando su mentón en el hombro de Rai, que no parecía nada afectada ante esto, de hecho, acarició el cabello de Angie y le dijo con voz casi melosa un "Te extrañé, tonta." qué puso a Alondra casi saltarle encima a Angie para golpearla, pero Brisa la miró, casi matándola. Para ese punto, solo dejó su enojo mientras miraba atentamente como todos pudieron acercarse cariñosamente a la rizada sin que esta rechistara y les devolviera el gesto.

Alondra se arrepentía como el demonio, ella de verdad echaba tanto de menos a su Rai. Quería tomarla entre sus brazos y apretujarla, jugar con sus manos mientras esta le sostenía la mirada o solo enterraba su cara en el cuello de esta para poder lograr apreciar el dulce aroma que poseía y ser solo... ellas.

Cuando la reunión estaba por terminar, Alondra se ofreció de inmediato a llevar a Rai de vuelta a su departamento, alegando que era demasiado tarde y Rai no podía irse tan tarde sola a su casa. Brisa miró cómplice a Angie luego de eso.

Rai por primera vez desde que había llegado a la reunión intercambió palabras con la castaña al salir del departamento. — Puedes dejarme en la parada de buses, no es realmente tarde, Alondra. — Si, Rai seguía molesta y lo notó desde el momento en que esta le habló de manera tan seca y desinteresada por su compañía. Suspiró, lo entendía.

- Ra-... — Alondra iba a hablar, pero la más alta la cortó de momento.

- ¿Qué significó para ti? ¿Soy un experimento, tu diversión? ¿A qué demonios atribuyó tu comportamiento?... dos, dos jodida semanas y no insististe ni una sola vez en verme, desde entonces solo te comportas como una idiota cuando quieres. — Rai ya tiene la mirada cristalizada y Alondra no puede sentirse más culpable al ver como se encuentra la rizada.

Acuñó el rostro de Rai entre sus manos, derritiéndose de ternura al verla pucherear, pero se siente tan mierda cuando ve que las lágrimas escapan de los ojos de su bebé. No puede más con eso y besa sus mejillas, además de su nariz para terminar abrazándola

- No llores... ¡hey! Vamos, no pongas esa cara, Rai. Yo soy una idiota, la más del universo, es por eso. Cuando estás a mi alrededor pienso lo realmente afortunada que soy de tenerte, Rai, eres... lo más grande que tengo en mi vida. No creo poder agradecerte el que aparecieras en mi vida, y lo siento por nunca llegar a decírtelo como mereces de verdad. — La voz de Alondra sonaba suave, ligera, con la intención de contener a Rai con aquellas palabras.

Rai levantaba su rostro y se le escapa una risita de felicidad, entre pequeñas lágrimas que aún estaban en sus mejillas algo rojas por el llanto que retuvo todo el tiempo, y es que eso era todo lo que necesitaba Alondra para saber que todo está en paz.

Pero claro, Alondra ni enterada de que esto la hacía dejar de ser tan hetero.

Pero claro, Alondra ni enterada de que esto la hacía dejar de ser tan hetero

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Abrácenme o mátenme, cualquiera sirve.

𝐍𝐨 𝐡𝐨𝐦𝐨 || railoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora