Pecas limpia esto, Pecas limpia aquello.
Oh, ahora si estaba seguro de querer aniquilar a su jefe. No lo culpen, ese día se estaba volviendo de los más pesados y apenas llevaba una semana trabajando para Seo, y poco ayudaba que este pareciera no recordar su nombre, llamándolo por aquel apodo que había adoptado desde el primer día que lo vio.

Además, nunca pedía las cosas por favor. Changbin se veía como ese adulto joven lleno de esperanzas en hacer crecer su propio negocio, y convertirse en su propio jefe, llegándose a ver amable y servicial por la manera de llevar las cosas en su carnicería.

Pues estaba muy equivocado, Changbin tenía la misma personalidad que un señor de 57 años que llevaba 30 años de ser un experto en explotación laboral y 27 años de haber egresado de la universidad de la comedia.

Escucho un suspiro provenir de Han Jisung. Si, ese chico de mejillas adorables se había vuelto su amigo y también su maestro personal, apenas estaba aprendiendo a hacer algunos cortes sobre la carne blanda.

—Te ves agotado Lix, debí de avisarte que particularmente los martes son días de mercado a reventar. — sonrió al notar el seño ligeramente fruncido del rubio. Sabía que el causante era Changbin.

—¿Changbin siempre es así con todos? Estoy empezando a creer que no le gustó la idea de integrarme a su personal, parece llevarse bien con los demás.— se recargo en la pared junto con Han para tomar un pequeño descanso ahora que las personas dejaron de llegar.

—Oh, no, para nada, él es amable con todos pero estos días ha estado de mal humor por la escasez de ventas y sus migrañas que empezaron estos días. No te culpes.

Quería creerle pero Felix, de corazón sensible, aun seguía teniendo sus dudas con la actitud de su jefe hacia él. Pero eso sería discusión en su cabeza más tarde, aun tenía que limpiar los vidrios de la vitrina.

No se consideraba chismoso, más bien, creía fielmente que sus actitudes eran por mera curiosidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No se consideraba chismoso, más bien, creía fielmente que sus actitudes eran por mera curiosidad.

Y es que no podía evitar echarle pequeños vistazos al pelinegro que se encontraba justo frente a él alzando su puesto. Que bonita hora para empezar a abrir.

—Veo que ya conociste al verdulero Hwang.

—¿Verdulero Hwang?— Ahora tenía aun más curiosidad sobre él. Si era un verdulero que trabajaba ahí con normalidad, ¿Por qué no lo vio en toda esa semana?

—Hwang Hyunjin, trabaja en la sección de frutas y verduras, en conclusión, un verdulero. Será mejor que no te acerques mucho a él, a Changbin no le gustaría.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Estoy bromeando. En realidad Changbin sugiere no acercanos mucho a los demás trabajadores del mercado. Hyunjin es conocido por ser uno de los mejores vendedores de este lugar, aunque creo que ese título se debe meramente a que parece que coquetea contigo mientras le compras, es todo un show, deberías de verlo. — Dijo con ironía mientras continuaba quitandole el exceso de grasa a la pieza de suadero, dejando a Felix confundido, y es que en todos sus años de vida lo último que imaginaría era ser halagado por un verdulero y que eso le agrade.

Frutas Y Verduras ¡A la Orden!  [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora