Era hora de la cena. Felix había dormido un par de minutos como le indico Hyunjin, y ahora se encontraba sentado en la mesa.
Al inicio, Hyunjin le propuso comer en cama, ya que su cuerpo aun seguía sensible y perceptible al clima. Pero se negó totalmente a la propuesta, no quería causar que el pelinegro hiciera más trabajo en alimentarlo.
Así que se levantó con ayuda de Hyunjin y se sentó en la mesa, jugando con sus manos mientras el contrario iba por los platos de comida.
-Hice caldo de res y un té de jengibre, espero y eso ayude a tu garganta, noté tu voz muy rasposa así que supuse que esto estaría bien para ti. ¿Seguro que estás bien con comer aquí sentado, Lix? No tendría problema alguno en pasar todo a la cama.
-Estoy bien, gracias, no es mucho de mi agrado comer en la cama y menos ahora que estoy enfermo, ¿Qué tal si termino tirando el caldo sobre las cobijas?
-Tengo una lavadora en casa, se pueden lavar siempre, tu salud es antes que unas simples cobijas. -Dijo mientras colocaba el plato y el té justo frente a él.
-Gracias. -murmuró con pena mientras miraba su comida.
Tenía hambre, apenas y había alcanzado a probar un bocado de su desayuno de la mañana y justo en ese momento que tenía comida frente a él, nuevamente, volvió a sentir gruñir su estómago.
-¿Es la primera vez que te enfermas estando sólo? Cuando te vi llorando afuera pensé que te había pasado algo malo, te veías asustado. -Se sentó en la silla que estaba frente a él para mirarlo mejor.
-No es la primera vez que me enfermo estando sólo, antes vivía en otro departamento, cerca de la casa de mis padres, pero dejé de vivir ahí una vez dejaron de pagarlo, así que tuve que dejar ese departamento y pagar uno que estuviera a mi alcance. Cuando me enfermaba solía marcarle a mi madre y ella se tomaba el tiempo de cuidarme algunas horas durante el día. Tal vez no hubiera llorado así solo por enfermarme, pero me sentía tan mal por todo lo que me pasó en el día que no encontré otra mejor manera de reaccionar que llorar. Siempre me he considerado una persona muy sensible y sentimental, cualquier cambio en mi entorno me va a dar alguna reacción emocional.
-Ya entiendo todo. -Dijo con una sonrisa. -Yo me considero una persona relativamente tranquila.
Felix empezó a reír. -No te creo, siempre estás bromeando y platicando con todo mundo Hyunjin, no hay que mentir por convivir.
-Oh, vamos, no es mentira. Lindo, no confundas trabajo y vida personal. En mi trabajo siempre trato de esa manera a mi clientela porque es la mejor manera que tengo para darles la confianza de acercarse y comprar. Ellos no se aburren y yo no me siento incomodo con su mirada pegada en mis acciones, es ganancia mutua. Pero eso no quiere decir que algunas cosas que digo sean mentira. -Hyunjin fijó su mirada en él. Felix se sintió temblar, pero, eso era parte de la temperatura, ¿Verdad?
-¿Cómo cuáles?
-Bueno, cualquier persona con ojos y buena visión me podría confirmar que eres demasiado lindo Felix, uno entre un millón podría decir yo. Y justo ayer me di cuenta que acerté con decir que eras un excelente cocinero. No soy un mentiroso después de todo, ¿Verdad?
Casi se atraganta con su comida. Quería salir de ahí. No porque no le agradará ese tipo de comentarios del pelinegro, más bien, le incomodaba que cada vez que Hyunjin lo halagaba o miraba de esa forma su corazón se acelere y sus nervios se alojen en su estómago.
También le molestaba admitir que sentía algo. Felix realmente se negaba a sentarse un rato a pensar sobre sus emociones y el porqué pasaba eso únicamente con Hyunjin. No era estúpido, tenía un presentimiento, solo no quería confirmarlo.
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Frutas Y Verduras ¡A la Orden! [Hyunlix]
FanficLee Felix, hijo de un exitoso empresario, entra a trabajar al famoso mercado "Shushua", con la esperanza de desarrollar su propio perfil de trabajo y pagar la deuda que le provocó a su padre. Claramente nunca espero que entrando descubriría el pesa...