Recién empezaba el sol a asomarse por las cortinas del dormitorio, Felix se removió en la cómoda cama.

Había sido una noche algo pesada para él. Tenía su ropa pegada a su cuerpo por el sudor y su nariz tapada. Genial, extrañaba su capacidad de poder respirar como una persona normal.

Tomó asiento en la cama, tocando su cabeza ante el mareo que obtuvo por el abrupto movimiento.

-Buenos dias, ¿Te encuentras bien, Lix? -su voz había salido más ronca de lo normal, posiblemente por recién despertarse, pero no pudo evitar desearle los buenos días al chico que acababa de levantarlo.

Felix dio un pequeño brinco en su lugar y miró a un pelinegro arrodillado en la orilla del colchón y su pequeña sonrisa cansada.

-¡Hyunjin! ¿Qué haces ahí? Pensé que estarías durmiendo en el sofá.

-Veo que no recuerdas nada. Durante la noche escuché sollozos así que supuse que estabas despierto, vine rápidamente a ver que tenías y estabas ardiendo en fiebre, y al parecer tenias problemas para respirar correctamente. Cuide de ti hasta que paro de subir tu temperatura y lograste conciliar el sueño, supongo que verte dormir me hizo dormir a mi también, lamento eso.

-Que pena contigo Hyun, en serio lamento tenerte así de cansado, tienes que ir a trabajar y- ¡Y se supone que yo también!

-Muy bien, alto ahí chico lindo. - Hyunjin colocó una mano sobre su brazo, frenando cualquier intento de escape. -¿Realmente piensas ir a trabajar estando enfermo? Oh no, mal ahí. Vendes carne Lix, la higiene siempre debe de estar en un local así. Además, ya hablamos de esto y recuerdo haberte dicho que tu salud es primero.

Se sonrojó, Hyunjin tenía razón. Si se presentaba de esta manera al trabajo, Changbin lo regresaría a casa de inmediato.

Se volvió a recostar en la cama, notando que aún seguía esa sonrisa tranquila que le dedicaba su vecino.

Tímidamente, su corazón latía emocionado, no esperaba todos esos cuidados y atenciones que le ponía el chico.

Para Felix, ese tipo de reacciones y sentimientos eran nuevos para él.

Era la primera vez que un chico que no fuera su padre lo cuidaba. Y si no está demás decir, también era el primero en hacerlo sentir como un adolescente enamorado.

Sí, Felix hace un par de semanas creía ser heterosexual.

-P-pero, ¿Y tú? A estas horas tu local siempre está puesto, además, hoy es día de buena venta para tu sección y- -Hyunjin colocó sutilmente su dedo sobre sus labios mientras negaba con su cabeza.

-shhh, un par de faltas a la semana no hace daño. Además, creo que yo también estoy por enfermarme. -Empezó a toser fingidamente, haciendolo reír. -¿Lo ves? Creo que no estoy en condiciones para ir al mercado, debería de quedarme y dormir aquí.

Hyunjin se recostó en el espacio libre que había en la cama y hubo un momento donde el silencio se apodero de la habitación. Era cómodo, ambos miraban el techo.

Felix pensaba en todas las posibilidades de terminar en la casa de su vecino, mientras este cuidaba de él por pura complacencia y se quedó sin ideas.

-Hyunjin, ¿Por qué decidiste cuidarme? Fácilmente podría ir al mercado por mis llaves y regresar a mi departamento. Te veo muy interesado en cuidar de mi y quiero que sepas que reuniré el dinero necesario como para pagar por todo esto que estas haciendo por mi.

-Lix, esto no es un servicio por el cual tienes que pagar, ¿Por qué crees que no te he dicho siquiera cuánto cuestan los medicamentos que te he dado? No estoy haciendo todo esto por dinero, tengo un trabajo y no es nada parecido a este.

Frutas Y Verduras ¡A la Orden!  [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora