Quiero tan intenso que me olvido de todo. Quiero tanto que me olvido de mí. Quiero tanto que mi estado depende de a quien quiera.
Quiero de forma obsesa, quizás no muy sana ni muy correcta. Pero quiero con corazón y alma. No obstante, siempre han desechado mi forma de hacerlo, como si no importará. ¿Por qué?, ojalá saberlo.
Creo que es fácil dejarme ir pero, no olvidarme. No es fácil olvidar como siento, como quiero y la dedicación que pongo en que se sientan queridos. Pero también creo que puede que eso lo haga mal.
Soy como una rosa con espinas. Puedo hacer daño, pero también pueden hacérmelo. Las espinas no siempre me cubren cuando alguien viene a cortarme del rosal.
Quiero, y me vuelvo vulnerable.
Quiero, y mi vida se enfoca en esa persona.
Quiero, y soy yo.
Quiero, y empiezo a gustarme.
Quiero, pero también son capaces de hacer que deje de hacerlo.Aun así, siempre consiguen dejarme con todas las ganas de querer en las manos.
Supongo que no estoy hecha para que me quieran.
ESTÁS LEYENDO
Lo que esconde la gente alegre
RandomEsto no es un libro. Miles de historias, momentos y experiencias se ocultan detrás de estos escritos. Si los comprendes, puedes escribirme y charlamos. //No permito plagios ni adaptaciones de ningún tipo//