Dejar ir es dejar ir una parte de ti y de tu corazón. Acostumbrar tu vida a una ausencia que hace nada fue el motivo de tu sonrisa diaria.
Dicen que también dejar ir es amar. Pero, ¿Realmente el que ama se va? Yo creo que el que ama jamás se despide. Porque si se despide, es porque quiere quedarse por muy mal que esté.
Por eso, dejar ir es tan complicado que, a veces, dejas que también se vayan tus valores, tu identidad y tu esencia.
Ahora, es hora de volver a la rutina. Volver a acostumbrarte a la ausencia de esa persona, como lo hiciste con su presencia.
Ojalá algún día no te dejen ir. Pero, también, ojalá algún día no te vuelvas a dejar ir tú.
Ten en mente que quien te ama no te deja irte. De ninguna de las dos maneras. Tú brillas por ti mismo, tanto solo, como acompañado. No necesitas alguien para hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
Lo que esconde la gente alegre
AcakEsto no es un libro. Miles de historias, momentos y experiencias se ocultan detrás de estos escritos. Si los comprendes, puedes escribirme y charlamos. //No permito plagios ni adaptaciones de ningún tipo//