La paz que siento es agridulce. Estoy bien conmigo y con los míos, pero me faltas tú.
Tengo la mente tranquila, el cuerpo, el alma y el corazón. No cambiaría esta paz por ti.
Me faltas tú, pero también me hacía falta yo. Me perdí por ponerte a ti encima de mí. Supongo que el amor me hizo más vulnerable de lo que pensaba.
La paz que tenía va volviendo. Qué tranquilidad es no vivir con alguien en la mente que sabes que te daña.
Te echo de menos, créeme, mucho de menos. Pero, mejor así. Mejor echarte de menos en secreto, que no seguir demostrándotelo sin recibir ni el mínimo de atención por tu parte.
La paz que siento.
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Lo que esconde la gente alegre
RastgeleEsto no es un libro. Miles de historias, momentos y experiencias se ocultan detrás de estos escritos. Si los comprendes, puedes escribirme y charlamos. //No permito plagios ni adaptaciones de ningún tipo//