Carlos Belcast One Shots [+18]

❝Deseo❞

Caímos en la cama, yo encima de él. Sabia exactamente en donde y como terminaríamos. Su respiración paso por mi cuello y me aleje de el para sentarme ahorcadas sobre su abdomen.

-Sabes que no podemos hacer esto - dije algo agitada.

Carlos se sentó en la cama aun conmigo encima y me acomodó. Yo no era suficiente peso para su enorme musculatura.

-Ya no hay vuelta atrás, ____________. Y no puedo detenerme - dijo mientras sus manos desabrochaban mis pantalones -Ya probé tus labios, ahora quiero tu cuerpo. Quiero estar unido a ti.

Mordí mi labio levemente y tomé su rostro con mis manos para mirarlo fijo a los ojos. No, no había nada de malo en esto.

-Después de esto, tu habrás ganado todo - dije sin dejar de acariciar su rostro.

Bajó sus manos por mis caderas, para llevarse con ellas mis pantalones. Me moví un poco para que pudiera sacarlos por completo. Los arrojo con fuerza hacia un costado y me volví a acomodar sobre él.

-Hoy haremos el amor - susurró apenas audible para mí.

Lo empuje hacia atrás para que se acostara y acaricie su fuerte pecho. Me incline hacia sus labios y lo bese, gruñó levemente, encendiendo el fuego en mí. El aun tenia puestos sus pantalones, el contacto con la tela de este, me estaba matando. Necesitaba sentirlo ya.

Sus fuertes manos se movían por mis piernas, metí mi lengua en su boca para saborearlo más y comencé a bajar mis besos por su mentón, seguí bajando por su cuello hasta su pecho y de ahí seguí con su abdomen. El respiraba pesadamente y con su mano acariciaba mi cabello, toda mi piel se erizo al tacto de sus dedos.

Baje mis manos a la cremallera de sus pantalones y baje el cierre lento para después desabrochar el botón. Me quite de encima para poder deshacerme de ellos. Sonreí perversa al posar mis manos por sus boxers.

Tenía que quitárselos, tenía que arráncaselos. Se volvió a sentar y me tomo de la cintura para acercarme más a él. Comenzó a besarme y gemí cuando una de sus manos desabrochó mi sostén.

-Te deseo tanto - susurré contra sus labios.

Arrojo mi sostén a lo lejos. Se alejó de mi boca y bajo la cabeza para tomar uno de mis pechos con la misma, mordió levemente mi pezón, mientras que mis manos se perdían en su cabello rizado. Su lengua subió por mi cuello, hasta mi oreja y me susurro:

-Eres muy excitante -dijo y acaricio mi espalda yendo al borde de mi ropa interior.

Se deshizo por completo de ella. Gemí al sentirlo en mi intimidad, su miembro palpitaba debajo de la maldita tela de algodón de su bóxer.

Se recostó conmigo encima, su caliente mano pasaba por mi desnuda espalda. Me aleje un poco para deslizarme hacia abajo por su cuerpo, quería darle ese placer que el había creado desde un inicio, pero que no lo había podido desfrutar.

Me senté sobre casi el final de sus piernas y lo mire, el levanto la cabeza para mirarme, mientras subía mi mano por su entrepierna hasta pasar mi palma por su elevada erección sobre su bóxer. Gruñó por lo bajo y subí mis dedos hasta el borde de ellos, lentamente fui bajándolos hasta quitarlos por completo.

El agarro mis hombros y gimió en respuesta cuando sintió que metí todo su miembro en mi boca, mi cabeza subía y bajaba rápidamente para darle más placer. Su respuesta me había excitado demasiado, lo necesitaba, lo necesitaba mucho.

Siguió gruñendo profundamente y una de sus manos acaricio mis cabellos. Cerré los ojos y disfrute del momento que le estaba dando a mi chico.

-¡Aagh!, si, lo estás haciendo muy bien, ____________.

Gemí exaltada cuando sentí un líquido caliente en mi boca. Carlos se había corrido por fin. Saqué su miembro de mi boca y con un movimiento rápido, ajeno a mí, giro sobre el colchón. Su perfecto cuerpo quedo sobre el mío.

-¿Acaso has hecho algo conmigo de lo que no estoy consiente? - preguntó jadeando.

-Tú has hecho conmigo cosas que ni te imaginas, Carlos - respondí con una sonrisa.

Se inclinó y tomo mis labios con cuidado, su lengua se mezcló suavemente con la mía y una de sus manos se fue a mis piernas, las abrió muy despacio y se colocó entre ellas. Sentía como su miembro rosaba mi intimidad una y otra vez, era electrizante sentir ese roce entre nuestros sexos.

-Nunca en mi vida, ______________, había deseado tanto algo como te deseo a ti ahora - dijo cuándo se separó de mis labios.

Nuestros ojos se conectaron un momento, y mientras nos mirábamos, el introdujo su miembro en mi interior ocasionando un fuerte gemido de mi parte.

-Mi más grande deseo eres tú, _____________.

Dicho esto, comenzó a dar fuertes embestidas sin detenerse un segundo, de mi parte, moví mi cuerpo de manera que pudiera sentido más profundo. Mientras expulsaba mis gemidos de placer, el gruñía profundamente, encendiendo más mi deseo.

Me aferre más a él, ante la gran oleada de placer que comenzó a recorrer mi cuerpo. Mañana tendrá fuertes heridas en su espalda por los aruñones que le estoy dando, claramente sin intensión, es inevitable no hacerlo. El siguió dando fuertes envestidas, se sentía tan bien tenerlo dentro de mí.

-Oh, Carlos - gemí.

Cerré los ojos y dejé que el éxtasis consumiera mi cuerpo. Un líquido caliente comenzó a inundarme internamente, al parecer nos habíamos corrido al mismo tiempo, ya que lo que sentía era un líquido abundante.

Carlos gruñó y salió de mi para recostarse en la cama, ambos estábamos con la respiración agitada. Una vez que nos recuperamos, me pegue a su cuerpo y este me abrazo.

-Lo haces muy bien - aclaré pegándome más a su gran pecho.

-Gracias por compartir tu hermoso cuerpo conmigo, ______________. - me dijo.

Sonreí y levanté la cabeza para darle un beso dulcemente. Volví a acomodarme en su pecho y cerré los ojos para que el aroma de su cuerpo me invadiera.