capitulo 3: brisa

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                        ⇝✧↯|CHIARA|↯✧⇜

Me encontraba aún en mi placentero sueño justo hasta que siento mi móvil sonar a mi lado, de mala gana aún con los ojos cerrados me apresuro con mi mano a agarrarlo, me remuevo en la cama y me llevo el móvil al odio contestando.

-Chiara...-dice la voz de a través del móvil. No logro deducir bien quien es ya que sigo prácticamente media dormida.

-Hola? - Respondo casi en un susurro.

Escucho como la persona hace un ligero suspiro de impaciencia y ahí es justo cuando mis ojos se abren bruscamente y mi corazón comienza a latir con fuerza, oh no....

-Solo te he llamado para que sepas que a tu hermana la han aceptado en Harvard.- Es mi madre, me ha llamado después de todo este tiempo. Me quedo paralizada con el móvil en la mano mientras que mi madre está aún al móvil.

-m-mamá - Tartamudeo perpleja.
ha dicho que mi hermana irá a Harvard?

-Mira Chiara te marqué para que supieras que al menos tu hermana si ha logrado lo que ha querido y es algo por lo cual estamos sumamente agradecidos, porque al menos ella si ha ido por algo bueno en la vida.- Escupe mi madre con autoridad, tal como un regaño.

Sus palabras pinchan mi corazón de una manera brusca, por más que quisiera responder a lo que ha planteado, me encuentro a mi misma con las cuerdas vocales suprimidas y con un nudo en la garganta. Mis padres me odian, al igual que mi hermana Lana. Me fui de casa hace un año, y ahora me encuentro en una universidad en donde estudio música, estoy bien, tengo una beca, me las arreglo para trabajar y ganar el dinero que necesito para comer y para otras cosas, sé que no es la gran cosa, y también sé que no soy una cerebrito perfecta como mi hermana o que no iré a la universidad privada más prestigiada del mundo según mamá, pero al menos intento hacer lo que me gusta y no algo por lo cual solo complazca a mis padres para darle una imagen perfecta de mí a los demás.

En casa todo iba mal, me di cuenta de muchas cosas la noche que abandoné el lugar donde crecí y a nadie le importó, todo trataba de Lana, y no es que me moleste, es mi hermana, la adoro, pero igual empiezo a creer que a ella le da igual lo que yo sienta, porque si no fuera así me hubiera defendido el día que me marché de casa, no hubiera permitido que mis padres se comportaran así conmigo, hubiera hecho algo ante la bofetada que mamá me dió, pero no lo hizo. Es increíble pensar que la persona que creí que nunca me dejaría de un lado lo hizo y sin sentimiento alguno, no es molestia lo que siento, no es furia, es dolor y un vacío terriblemente horroroso.

-Mamá yo...- Me corto a mi misma ya que no sé que decir ante lo que acaba de mencionar, no soy una mala persona, me alegro de que mi hermana lograra lo que mis padres querían, a la hija perfecta, a la hija sin problemas o preocupaciones, me alegro de que a Lana le vaya tan bien.

-Que gran noticia.- Le digo por fin en voz baja, luego de tragar saliva. Debo admitir que estoy muy nerviosa, esa sensación de tristeza vuelve a mí, y los recuerdos de todo lo que pasó ese verano en casa. Cierro los ojos con fuerza apretándolos para lograr concentrarme un poco, me ha tomado desprevenida, y ya no sé como reaccionar, hace un año no escucho la voz de mi mamá, y tampoco la he visto, el último recuerdo que tengo de ella es horrible.

-Sí, al menos ella si nos da orgullo en ves de decepción y dolores de cabeza.- Me dice. Otra ves vuelve a hacerlo, odio tanto tener que aguantar este sentimiento. Es tan difícil tener que oír algo así de tu madre sabiendo que se refiere a tí, es muy doloroso.

-Mamá, yo... me alegro por Lana.- Digo aclarandome la garganta, creo que voy a llorar.

Espero su respuesta pero nada, no dice nada. Noto como cuelga y me deja sola con el móvil en la mano. Me quedo con los labios ligeramente abiertos y sin decir nada en la cama siento como todo lo que estaba aguantando hace unos minutos se libera, siento como mi corazón se oprime, las emociones se liberan, mis mejillas mojadas. Me levanto de la cama bruscamente y abro la puerta de la pequeña terraza, necesito respirar.

La nota perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora