Prólogo.

4.3K 518 91
                                    


Un mes antes de que Violet se fuera al extranjero. Ella tenía 18 y el 23.

Violet.

Luego de un largo día en donde tuve que posar y sonreír ante la cámara, estar disfrutando con mis amigas en un club fue un respiro para mi ajetreada semana. Si bien mi carrera de modelo era lo más importante para mí, también me agotaba en ocasiones, y a veces solo quería descansar en una noche con Chiara y Charlotte.

Quizás si tuviera un novio podría salir con él, pero no era el caso. Tenía poco tiempo para las relaciones, y mi corazón solo estaba dispuesto a ver a una misma persona desde hace años. 

Chiara estaba en la pista, bailando con un hombre que la había invitado, mientras que Charlotte y yo estábamos hablando.

—Te daré el mismo consejo que le di a ella —musitó muy cerca de mi, y pasando un brazo por mis hombros—. Ve a bailar con un chico bonito, bésalo o algo más si quieres, y luego tendrás mucha menos tensión en el cuerpo. No hay nada que un buen polvo no cure.

—Sabes que no puedo —susurré, riendo y chocando mi bebida sin alcohol contra la de ella.

No me gustaba el sabor del alcohol, era desagradable, sin mencionar que no se me permitía beber debido a mi dieta estricta proporcionada por mi agencia.

—Ah sí, y todo por Archer —suspiró—. Violet, no deberías seguir esperándolo, amo a mi hermano y también lo conozco. Es complicado.

Lo sabía, de verdad. Pero mi corazón no podía entenderlo. Y a pesar de que habían pasado años y años de mi enamoramiento de niña, con el tiempo solo se volvió más grande el sentimiento. Era consumidor.

—Lo sé —suspiré—. Pero no me refería solo a él. No me gustan los ligues de una noche, me gusta el amor y las relaciones serias.

—¿Qué demonios? —susurró Charlotte, sonriente y mirando hacia un lado del club.

Ella era lo contrario. Charlotte decía que las relaciones eran una pérdida de tiempo, y prefería solo enrollarse con alguien y seguir su vida como siempre.

—Sé que para ti no tiene sentido y que...

—No eso, mira quienes están aquí —susurró, señalándome a Archer y a Knox, quienes estaban entrando a la discoteca.

Charlotte se echó a reír con fuerza y sacudió la cabeza mientras veía a su hermano acercarse a nosotras, con una camisa de vestir arremangada y un pantalón oscuro.

Como siempre sucedía cuando miraba a Archer, mi corazón pareció haberse detenido. No se aceleraba como era común cuando sentías algo por alguien. El mío se quedaba helado, como si estuviera esperando algo que no había pasado jamás. Él caminaba con seguridad, sus hombros rectos y su cabeza alta, y la atención de todos en el lugar en el que estaba se veía atraída por él como un imán.

—Hola, hermano —Charlotte tenía un tono burlón y relajado, y me dio un vistazo antes de ponerse de pie—. Acabo de acordarme que tengo algo que hacer, así que, Archer, ¿puedes cuidar a Violet mientras no estoy? ¡Gracias!

Charlotte se escabulló antes de que pudiera obligarla a quedarse, dejándome sola con Archer.

El trago de Charlotte se había quedado en la mesa y como sabía que necesitaba valentía para hablar o estar cerca de él, bebí todo lo que quedaba de un golpe. Desagradable.

El corazón de VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora