3. All to well.

9.4K 662 225
                                    

'Cause there we are again when I loved you so
Back before you lost the one real thing you've ever known
It was rare, I was there, I remember it all too well.

All to well, Taylor Swift.

Violet.

Cuando desperté me despedí rápidamente de Char luego de desayunar, y fui a mi casa. Estaba furiosa y avergonzada, sentimientos recurrentes en las pocas ocasiones en las que decidía beber. Podía recordar una fiesta cuando apenas era mayor de edad, y estuve a punto de declararme a Archer, y Knox y Chiara evitaron que eso pasara.

Ayer, sí bien no iba a decirle nada parecido, dejé que viera una parte de mi vida que solo me pertenecía a mi. Lo odié cuando me preguntó sobre mi vida íntima, quise ser grosera con él cuando me dio su mirada conocedora de todo y engreída.

Si mi prometido no me satisfacía, era mi asunto. Cualquier cosa que tuviera que ver conmigo dejó de ser su asunto en cuanto decidió que nunca habría algo entre nosotros.

—Mikhail —dije al verlo salir de nuestra habitación.

Iba recién duchado, y llevaba puesto una camisa blanca y unos pantalones azules oscuro. Mi vientre se calentó, y la frustración se arremolinó en mi garganta. Necesitaba hablar con él al respecto, de eso se trataba tener una pareja, y por más vergüenza que me diera tocar el tema de nuevo, tenía que hacerlo.

Lo que más me generaba conflicto era que muy adentro, un trozo de mí quería que mi relación fuera perfecta, y así poder demostrarle a Archer que pude seguir adelante, que pude ser feliz, y sabía que estaba mal. No tenía que hacer nada para él o por él, solo debía seguir mi vida según lo que yo quisiera.

—Violet, buenos días, ¿cómo fue tu noche con tus amigas?

Di pasos dubitativos hacia él, mis latidos ensordecedores, y la determinación enlazándose en mi cuerpo. Pasé mis brazos por su cuello, y uní nuestros labios. Mikhail fue tomado por sorpresa ante mi beso, pero rápidamente siguió mi ritmo. Sus manos tocaron mi cintura, y mordí su labio.

—¿Pasa algo? —murmuró sobre mis labios.

—Sé que lo importante en la relación es la comunicación —Empecé, nerviosa. Pero si no le decía lo que quería, ¿cómo lo sabría?—. Me siento frustrada y algo mal con el hecho de que apenas nos acostemos. Sé que no es lo primordial, pero...

Su rostro se transformó con dolor y supe que lo que iba a decir, me causaría desilusión.

—Bonita, tengo una reunión en quince minutos. Una marca de ropa va a hacer una campaña y quieren que sea la imagen. No se suponía que estuviera aquí para trabajar, pero mi agente insistió.

Dejé caer las manos a mis costados y me obligué a darle una sonrisa. No importaba mi frustración, o la necesidad del lugar entre mis piernas, lo entendía mejor que nadie. El trabajo no podía ser echado a un lado, y menos si eran buenas oportunidades para nuestra carrera.

—Claro, lo entiendo. Deberías irte ahora mismo, para que no te agarre tráfico.

Mikhail se volvió a inclinar para darme un beso rápido.

—En la noche lo compensaré —prometió y mi primera sonrisa genuina apareció en mi rostro.

—Éxito —mascullé, recuperando mi buen humor habitual.

Él también curvó sus labios y me miró de la manera en que me hizo recordar la razón por la cual había aceptado su propuesta de matrimonio. Lo quería, era mi amigo y una excelente persona. Su bondad había sido una de las razones por las que me empezó a gustar. Nuestra relación había avanzado rápido a decir verdad. Mikhail provenía de una familia religiosa y tradicional, por lo que a poco tiempo de estar juntos, lo habían estado presionando con la boda, y así terminamos comprometiéndonos.

El corazón de VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora