018

371 40 0
                                    

—¿Cómo te ha ido en la escuela?

—Diez en todo, ya sabes cómo es mamá. —Danielle asintió, tomando la pizza entre sus manos, y volteó a ver a Minji, que sólo veía su pantalón nerviosa. Volteó a verla.

—¿Algo que te interese más que eso?

—Me gusta la mecánica, ya sabes, jugar videojuegos, esas cosas. —los ojos de la mayor viajaron rápidamente a la pelinegra que se sentó mejor y vio a su hermana fija, sonriendo.

—Pues Minji tiene robots y las mismas apasiones que tú, juntarte con ella te hará algo bien. —ahora la vista de su hermana fue a la pelinegra y sus ojos se achicaron por sonreír, sonrió con dientes, y se paró.

—Tenemos tantas cosas de qué hablar...

—¿De qué hablas? Primero come tus pizzas, tus dos rebanadas, no gasté dinero para que no quieras comer. —Hyein asiente, sentándose de nuevo y volviendo a comer, haciendo un puchero.

Danielle había aprovechado para ir con Minji a su cuarto y hablar, apenada.

—Lamento que estés envuelta en este problema familiar, Minmin, y lamento que hoy no-

—No te preocupes por eso, Dani, lamento por no haber parado aunque te veías algo preocupada. La próxima vez me fijaré en todo. — Danielle sonrió, abrazándola, y se acurrucó en su hombro.

—Muchas gracias por estar aquí, Minji, es difícil para mi, pero que tú estés aquí me alivia, aunque luego me preocupa.

—No te juzgaré por nada, Dani, no te preocupes por eso, y si quieres que sólo guarde silencio mientras esté aquí, está bien. — Danielle niega, acercándose a besarla, y entrelaza sus manos detrás de la nuca de la pelinegra para seguir besándola.

—No, ya le agradaste a mi hermana, la próxima vez creo que hasta iré con ella a tu departamento, ¿Podemos?

—Podré mostrarle mis robots, figuras, mechas, podremos hablar sobre robótica y mecánica, podremos hablar sobre...

Minji no hablaba sobre eso con ella más que sólo una vez, pero quería que lo hiciera. No quería que todas sus conversaciones rodearan por completo sobre el sexo y vulgaridades, quería conocer a Minji por completo y quería que ella la conociera.
Así que Danielle acarició la nuca de la otra, sonrió, y le dejó un piquito en sus labios.

—Y también podrás platicarme sobre eso a mi, me interesa saber de eso, Minji, me gusta mucho cuando te escucho hablar.

Los ojos de la pelinegra vuelven a brillar, Danielle ríe, y vuelve a besarla, haciéndola saltar.

—¿Pero de verdad? Porque Haerin me dijo lo mismo pero cada vez que digo 'robot' me avienta un libro erótico y me dice '¡Dios, ya cállate!' y me callo... ¿no lo harás tú? —la mayor sonríe y aprieta su mejilla, negando.

Pone una mano en su corazón, y jura.

—Jamás me burlaré de ti, Minji, todo lo que sea de tu interés será del mío.

La pelinegra salta dando vuelta, y vuelve a la otra, jurando como ella.

—¡Yo te digo lo mismo! —asiente, y después la mayor patea el trasero de la otra de forma graciosa, invitándola a salir.

—Bueno, ahora mueve tu trasero a la sala que no sé qué más hacer hoy, veremos algo.

Pero cuando Minji ve la mesa y los tres cojines que están por ahí, voltea a verla.

—Sí, ahí, me gusta mi sala pequeña, no entiendo por qué tendría una más grande, no veo mucha tele.

—Oh, sí, entiendo.

Minji mordió sus labios cuando vio a la hermana menor de Danielle en la sala sacando algún videojuego.

Estaba nerviosa. Que la hermana de la castaña estuviera en el departamento y que la otra no la hubiera echado de la situación ni del departamento quería decir que confiaba en ella y que tal vez, podía ir serio.

La forma en la que la mayor la abrazaba contra ella y la besaba con esa fuerza, con alguna ternura que después de unos dos o tres suaves besos se convertían en unos fuertes y llenos de lujuria que las dos querían callar antes de que las comiera por completo, aunque ya lo había hecho.

Era la forma en que la otra parecía cuidarla, de una forma suave para después ser fuerte y sensual.

Se sentía afortunada, lo hacía, demasiado.

La pelinegra se sentó en el cojín que estaba al lado de la pequeña y vio el control.

Danielle tenía una PS4 en su departamento y se hizo una chica que no sabía nada sobre el tema, pero bueno, el otro día había tenido una pista sobre esó.

Así que cuando la chica se acercó con los ojos bien abiertos y se sentó al lado de la pelinegra, esta se acercó y susurró en su oído.

—Luego te envío mi ID para que me agregues y podamos jugar Minecraft juntas, ¿Si? —Danielle sólo tuerce sus ojos pero ríe, asintiendo, sintiéndose aliviada porque Minji no la invadió de preguntas.

Ice Cream ' ʰᵘˢˢᵉʸᶻ ᵍⁱᵖ 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora