Ojos Esmeralda y una luz Naranja |• KatsuDeku •|

Ⅲ

Izuku no sabía en que se estaba metiendo. Le había dicho que si al dragón rojo solo por impulso, no sabía hacia donde lo llevaba, solo se limitó a seguir al contrario.

-Ehhmm... Katsuki... ¿Cuándo pararemos?- Preguntó Izuku, mirando dudoso cuando Katsuki volteó a verlo con una sonrisa.

-Esa es la parte divertida; nunca se cuando voy a parar- Katsuki regresó su vista al frente- Tu solo déjate llevar-

-Pero... ¿No tienes casa o algo así?- Preguntó Izuku volando al lado del rubio.

-No, pero tengo algo parecido con un amigo, si comienzas a sentirte cansado, entonces pararemos ahí, está muy cerca de este lugar- Reveló el dragón rojo, dando por terminada su conversación, al menos por el momento.

Más tarde, cuando el sol comenzaba a esconderse entre las nubes, ambos dragones bajaron sobre una zona bastante montañosa, aterrizando sobre la punta más alta, Katsuki le dio la orden de seguirlo en todo momento, ya que "Los idiotas podrían interceptarlo" comentario que Izuku no supo a que se refería.

-BAKUBRO!- Gritó un gran dragón rojo brillante corriendo hacía Katsuki para recibirlo, el dragón parecía tener una piel bastante dura, como que impresionó al esmeralda.

-Hace tiempo que no pasabas ¿Qué te trae por aquí?- Otro dragón, pero esta vez, uno de color amarillo se acercó sonriente a ellos.

-Solo quería saber si sus pobres traseros seguían vivos- sonrió. Además... traje un invitado- Volteó su vista hacía Izuku, haciendo que los otros dos lo miraran, haciendo que el pecoso se avergonzara un poco.

-Oh, no te había visto antes, ¿No eres de aquí cierto?- El peliverde asintió con una sonrisa tímida- Déjame presentarme, soy hermano de Katsuki, me llamo Eijiro, soy un dragón de minerales, ese dragón de ahí es mi pareja- Señalo al dragón amarillo quien se acercó al esmeralda, sin quitar su sonrisa.

-Mi nombre es Denki, soy un dragón de relámpago, es todo un gusto- Se presentó el dragón rubio todo bajo la vista de Katsuki.

-Oh... mucho gusto, soy Izuku- Se presentó el esmeralda, omitiendo claramente su inexistente especie.

El peliverde siguió hablando con los dragones anteriores. Katsuki sonrió ligeramente. Al día siguiente se encargaría de cortejar al lindo dragón.

Pero entonces, una voz chillona hizo que todo su ánimo terminara por los suelos.

-Katsuki? Katsuki!, haz regresado- Grito una dragona rosa con extremidades cafés, se acercó corriendo hacia el dragón rojo, quien frunció el ceño y suspiro enojado.

La dragona se abalanzó sobre el rubio, quien disgustado trataba de quitarse a la castaña de encima.

Todo bajo la atenta mirada esmeralda, quien al instante sintió un extraño dolor en el pecho al ver aquella escena.

-Oh... ¿Quién es él? ¿Cómo se llama?- Pregunto la rosa al ver al peliverde. Su mirada cambió a una seria mientras estudiaba toda la presencia del pecoso.

-Eso es algo que a ti no debería importarte, cara redonda- Miro de reojo a Izuku, quién se veía visiblemente incómodo con la presencia de la dragona –Largo, estoy ocupado. Soltó el rubio sumamente molesto. No iba a permitir que esa tonta le quitara su oportunidad de cortejar a Izuku.

Eijiro y Denki se miraron preocupados, esa dragona no debería estar ahí, con simples miradas entre ambos supieron que es lo que deberían de hacer.

-Izuku, esta noche Katsuki y Eijiro pelearan... es una tradición familiar- Explicó el rubio eléctrico al ver la cara de confusión del contrario- Deberías acompañarnos- Habló Denki llevándose casi a la fuerza a Izuku, quien aún extrañado decidió seguir al dragón eléctrico.

-Katsuki, vamos, estoy seguro de que está vez te venceré- El dragón Eijiro sonrió seguro de si mismo, para seguir caminando detrás de su pareja.

-Yo quiero ver eso tonto- El rubio trató de seguirle el paso a su hermano, pero entonces, una de las patas de la dragona lo detuvo, la castaña tenía una cara sombría.

-¿Quién es él?- Preguntó suavemente, Katsuki estaba comenzando a hartarse de esa dragona.

-Ya te dije que no voy a decirte quien carajos es él- Katsuki se zafó con fuerza del agarre de la dragona.

-Ese tipo puede interferir con lo nuestro cariño, podemos- La paciencia del rubio explotó en ese momento, estaba enfadado.

-JODER! Cállate la maldita boca, deja de llamarme así, entre nosotros no hubo, no hay y no habrá nada, porque ni siquiera acepté tu estúpido cortejo, deja de estar detrás de mí como una puta garrapata o te juro que te explotaré el jodido rostro- Amenazó el dragón rojo, una generosa cantidad de humo comenzó a brotar de los orificios nasales del Katsuki por el enojó.

Se volteó y comenzó a caminar dando grandes zancadas, de las cuales salían pequeñas explosiones en cuanto sus patas topaban el suelo.

Pero la dragona rosa no se intimidó, su enfado y celos pudo más con ella, no iba a permitir que un dragón cualquiera le arrebatara a Katsuki, había trabajado mucho para que el rubio aceptara sus cortejos, estaba segura de que esta vez sí tendría éxito.

Tenía que hacer algo para que ese dragón se largara de ahí.