EL MISTERIO DE LA TABERNA: CONFESION DE UNA PERSEGUIDORA

CAP 4

ANTERIORMENTE...

De repente un fuerte dolor crecía y recorría mi cuerpo, sentí mis piernas debilitarse, hasta caer de rodillas al suelo, cerré mis ojos, susurros en un idioma irreconocible, el cansancio se apodero de mí, sin más termine por caer en un profundo sueño.

- ᎠմӀçҽʂ ʂմҽñօʂ ʂҽñօɾìէą....

Presente

Aun confundida de lo que acababa de pasar, sin ningún sentimiento, ni pensamiento, solo un vacío en mí, abrí mis ojos de golpe, aquellos destellos y figuras extrañas que vi antes de quedar inconsciente, sumado a las voces que se escuchaban por el rededor, es extraño, en lo poco que llevo estudiando parapsicología, nunca había vistos este tipo de caracteres, tal vez y no se trate de un simple demonio.

Cabe aclarar que aún seguía adormecida, no podía moverme. No puedo creer que, en el intento de buscar una respuesta, termine enrollada en tremendo lio, no era este mi plan inicial, ni siquiera estaba interesada en la taberna en primer lugar, esto me pasa por meter las narices en tratos raros.

Sin señal de poder despertar, me desesperaba la idea de haber muerto, ni siquiera sé quién me hizo esto en primer lugar, sea como sea, tengo que salir de aquí y cumplir mi parte del trato, aunque para ser honestos, preferiría de veras estar muerta antes de seguir lidiando con esa criatura, no tengo elección.

En eso, veo una luz blanca brillando al fondo de lo que parece ser un interminable pasillo, camine confiada y con el pensamiento de que tal vez este sea el dichoso camino hacia el descanso eterno, si es así entonces ¿porque duele?, ladee mi cabeza al momento de sentir un pequeño punzo de dolor, cerré de nuevo mis ojos y al abrirlos;

- Despertó- comento una voz que tenía presente, parpadee para mejorar mi visión, ay no puede ser.

- Si, y al parecer aún está en shock- eran Ryu y Dulce mirándome- hola, ¿estás ahí? – hablo Ryu, agitaba su mano en frente de mí.

- Llama a Asamy y Keilax por favor- escuche por parte de Dulce- diles que despertó y al parecer aún está delirando.

Al oír esos dos nombres, causo pánico en mí y la lluvia de incógnitas se hizo presente; ¿qué paso?, ¿dónde estoy? ¿Porque estoy acostada en una camilla? ¿Estoy en un hospital?, muchas preguntas pocas respuestas. En eso Ryu se retiró al parecer a llamar a las nombradas.

- Y a ti, ¿Cómo te sientes? - pregunto dulce, en lo que me sentaba en el borde de la camilla.

- Ma-mareada- tartamudee, aún estaba nerviosa y con miedo por lo ocurrido antes.

- Se entiende, a veces, ese tipo de transes pueden ser demasiado fuertes- contesto, solté un sonido de duda- ou, ya entenderás- en eso el ruido de la puerta abriéndose llamo mi atención, eran Asamy y Keilax, una se veía simpática la otra no tanto.

- Déjanos un momento a solas Dulce- hablo Asamy, ella solo asintió, para posteriormente marcharse- mira a quien tenemos aquí- dijo dirigiéndose a mi- señorita, ¿Cómo esta?

- Bi-bien gracias- respondí en voz baja.

- Me alegro por ello- contesto Keilax- bueno siendo así, supongo ya estás en tus cinco sentidos como para respondernos ¿verdad? - pregunto de manera sarcástica.

- Si cla-claro- aun no podía articular palabra sin tartamudear.

- Bueno empecemos entonces- contesto Asamy- presentémonos, a mí ya me conoces y según lo previsto a mi compañera también ¿no? – asentí- vale, ahora nosotros queremos conocerte, cuéntanos ¿Cuál es tu nombre? - me sorprendí ante su pregunta.