𝓢. 𝗁𝖺𝗍𝗍𝖾𝗋𝖾𝖽, 𝓗. 𝗈𝗈𝗇𝗄𝗂, 𝓢. 𝗎𝗇𝗀𝗄𝗂.

𝓔. 𝗅 𝖽𝗂𝖺𝖻𝗅𝗈 𝖾𝗇 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺.

Las lágrimas caín por sus mejillas pálidas, su mente daba mil vueltas y jamás supo cuando todo se volvió tan derrepente.

Un hombre del cual había escuchado sientos de veces que era todo un irrespetuoso engreído y gracias al cielo jamás había tenido la oportunidad de convivir con el.

Pero tampoco se imaginaba que su padre de la noche a la mañana, le diría que se casaría con Park Sunghoon.

El diablo en persona.

Fue lo que pensó ni-ki mientras terminaba se arreglarse a lágrimas para la cena de la familia de quien sería su futuro marido.

— ¿Como te encuentras cariño? — pregunto su madre Yoojung entrando a la recámara del peli rubio viendo a este llorar.

— B- bien — contesto ni-ki mientras rápidamente secaba sus lágrimas con la manga de su blusa tratando de regalarle una sonrisa a su madre, fallando en el intento.

La peli negra al darse cuenta de esto no pudo sentir nada más que lastima y culpa por su pequeño.

— Lamento que todo esto pasará así hijo, pero sabes que no tenemos opción — negó la peli negra sentándose junto al menor acariciando su cabello.

— Te entiendo mamá y creeme que estoy bien... Solo sigo un poco exaltado — asintió el menor con tranquilidad logrando esta vez sonreírle un poco a su madre.

Solo habían pasado unas cuantas horas desde que su padre Wooseok, le había dicho que se casaría con Sunghoon.

Y mentiría si dijiera que no estaba destrozado pero, ¿Como iba a estarlo?. Hace apenas unos días disfrutaba de su vida estando de vacaciones con sus mejores amigos y su ahora ex novio.

Le habían arrebatado muchas cosas en tan solo unos segundos desde que su padre le había revelado y explicado que se tenía que casar con Sunghoon por las deudas que debía desde el pasado hacia el padre de este.

Y también no mentiría si dijiera que no estaba enojado, claro que lo estaba. Por culpa de su padre le habían arrebatado sus amigos, su novio, su libertad, su vida.

Solo por dinero que su padre no pudo pagar.

Pero tampoco podía enojarse del todo con ellos, digo al final de cuentas eran sus padres y ellos le habían dado todo durante años de duro trabajo de esfuerzo y dedicación.

Aunque la mayoría de estos fuera a tratos sucios.

Pero al final de cuentas eran unos padres excelentes que ni-ki no podía guardarles rencor, así que ahora tenía que asumir una gran responsabilidad de ser el próximo nuevo prometido de Sunghoon.

Todo fuera por sus padres.

— Agradezco que lo comprendas hijo, pero enserio insisto en pedirte perdón por todo esto que te esta pasando ahora y por las malas decisiones que toma tu padre.—

— No tienes de que disculparte mamá, si mi papá no hubiera echo eso entonces las cosas no acabarían bien para ninguno de los tres. —

— Lo se pero aún así no puedo dejar de sentir culpa por ti cariño... apenas eres un bebé — murmuro lo último Yoojung mientras acariciaba la suave mejilla del menor.

— Ya tengo 18, ya no soy un bebé. — negó ni-ki riendo un poco a la terquedad de su madre de seguir diciendo que era un "bebé".

— Sabes que para mí siempre serás mi bebé no importa cuanto crezcas. — contesto la peli negra sonriendole al peli rubio apretando sus mejillas.

— Mejor hay que apurarnos mamá, si no se nos hará tarde — propuso ni-ki  soltandose del agarre de su mamá mientras negaba divertido.

— De acuerdo, de echo por eso venía — asintió Yoojung mientras se levantaba de su lugar para caminar a la puerta — En diez nos vamos así que trata de apurarte que los Park's nos esperan. —