¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maraton 1/2
Capítulo 4 Verdades y cena incómoda. Parte I
Christopher
Una semana completa había pasado. Gema permanecía encerrada en la habitación. Ella no hablaba, aunque se sabía con seguridad que si lloraba. Tanto Reece como los sirvientes se mantenían atentos en su alimentación o medicación.
Yo, por mi parte, solo estaba cabreado pensando. Había recordado la noche en que nuevamente la lleve a mi cama. El motivo? Estaba borracho, así que me sacie con ella. No fue tan malo, fue mejor de lo que esperé o mejor que la noche en que ella me drogo.
Había recibido una llamada de Reece donde confirmo que ya tenía los resultados. Fue más que difícil, por la condición de Gema, ya que está no deseaba que nadie se acercara a ella.
La noche era muy fría. Mientras a pasos lentos entraba a la mansión donde ignore a los presentes. Mi dirección era la habitación donde la morena permanecía.
Al entrar, note que Reece la revisaba y ella se encontraba dormida. Es un alivio no deseaba escucharla gritar nuevamente por mi presencia.
—Muñequito, verás la sorpresa que te llevarás. — Dijo. Una sonrisa se formaba en el rostro del Morgan al verme confundido. Su mano se extiende dejando ver una hoja doblada.
Con frustración y confusión tome la hoja donde la abri comenzando a leer el contenido. Cada línea que era leída, mi humor empeoraba.
» A, B, C?
Reece me miró y su rostro detonaba seriedad y comprendí la situación. Son tres y son mis hijos. Ella se atrevió a escapar con mis hijos sabiendo el peligro.
—Les dirás?
— Una cena. Quiero que la despiertes, cenaré aquí y ella bajara.
—Christopher ella aún está débil, está en la última etapa del embarazo y-
— Crees que me importa? Ella deseaba esto antes. Mi atención
» Además ella debe estar presente por lo que veo ella y yo nos casaremos.
— Es la madre de tus hijos, no seas una bestia.
— somos bestias, venimos de ese maldito linaje, Reece.
— Ella fue drogada. Este suelta sin ningún tacto cambiando por completo el tema. La indiferencia en mi era notoria, pero la sorpresa era oculta. Gema era una joya para los enemigos de Antoni y hasta el propio. Esperaba que nadie se enterará sobre la maravilla de su "Sangre"
— Lo sé. Ese es el motivo por el cual Antoni Mascherano la quiere. Su inmunidad a su droga.
