DE LA MANO DEL DOLOR

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Al regresar a  mis labores, camine de nuevo al pasillo y vi el lugar del incidente totalmente limpio sin rastros de cerámica, el personal de limpieza se llevaba el cesto de basura con los pedazos pero antes que pudiera preguntar algo sentí una man...

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Al regresar a  mis labores, camine de nuevo al pasillo y vi el lugar del incidente totalmente limpio sin rastros de cerámica, el personal de limpieza se llevaba el cesto de basura con los pedazos pero antes que pudiera preguntar algo sentí una mano que me tomaba del brazo, voltee  y era Gerardo con una sonrisa me abrazo y me dijo — Oye que te parece, ¿si salimos a cenar?— asentí con la cabeza y salimos del trance cuando se oyó desde, su radio —Gerardo, te necesitamos, en la oficina de Recursos Humanos—con un  suspiro respondió de manera inmediata y con seriedad —Enterado, subo en unos minutos, Layla te veo a la salida, vamos a cenar y te llevo a tu casa vale— reí y le dije en tono sarcástico —vale, pero por favor corre a tu junta capaz el Licenciado Dan se enoje y te ponga a trapear el piso con tu lengua— se despidio con un abrazo, y una sonrisa, volviendo todo a la semi normalidad.

Pasaron los minutos, dieron las siete de la noche, tome mis pertenencias, del casillero, y se acerco Gerardo con ánimo —¿lista?— de su bolsillo saco las llaves de su automóvil,  era un carro Aveo color azul marino, bien conservado, no tenia rayones o algún tipo de hendidura en su carrocería, me abrió a puerta cual caballero antiguo, vaya  era un verdadero sueño, mientras el conducía, hablábamos reíamos, después de cenar algo, me llevo a mi apartamento, ya eran las 23:12 horas, cuando ingrese  otra vez a mi fría soledad, entre las paredes de mi hogar entre recuerdos.

Mi cama, mi bella cama, me acoste mirando hacia el lado derecho, en posición fetal quedándome dormida en los brazos de morfeo,solo podía soñar lo que  ocurrio ese día y pequeños fragmentos de mi memoria de antiguos recuerdos y cosas que puede ser solo producto de mi imaginación.

Al día siguiente, decidí despertarme mas temprano de lo habitual ya que mi horario era de los nueva de la mañana hasta las siete de la tarde ese día me levante a las seis de la mañana derivado a que queria un  momento para  reflexionar sobre mi vida y todo lo que estaba pasando dentro de ella, me sentía abatida, por lo que ocurrió un día antes, los mensajes de Yamileth todo el día y parte de la madrugada disculpándose una y otra vez, me hacian incomodar pero al mismo tiempo eximir todo lo que estaba pasando ya que eramos amigas, la verdad era algo que a veces pasaba y fue un accidente no le respondí los masajes hasta que llegara al trabajo.

Me di una ducha,  antes de irme a trabajar, tome un poco de cereal, si esta era mi rutina diaria, mientras oía una canción llamada Young and Beautiful en mi  me reproductor me dispuse a ponerme  el uniforme mientras recogía mi cabellera con una liga, cuando me llego un último mensaje de disculpas de Yamileth  solo movi la cabeza en negatividad pero con una sonrisa sinica mientras le daba una ultima mirada a mi dispositivo movil antes de salir de mi departamento  mire en la puerta principal, y con un leve  suspiro y me retire a mi trabajo, con una tristeza enorme ya que no tendría mi hermosa caja conmigo para hacerme compañía.

Entre a la tienda llegue a mi casillero, para dejar mi mochila dije para mi misma—Bien, es hora de seguir adelante, pon buena cara Layla, recuerda que no paso nada.— al seguir mi propio consejo oí una voz muy familiar, si era Yamileth —layla por favor, perdoname, no fue mi intención romper tu cajita— pose mi mano en señal de alto y silencion, ya que venia agitada y solo pude hablar en ese momento —primero que nada hola buenos días, Yamileth ¿Cómo amaneciste? Yo muy bien— ella me respondió, con un tono algo sarcástica y aun avergonzada —buenos días Layla, amanecí bien,pero vengo exhausta de tanto buscarte, ya que no me respondías, los mensajes— suspiré y le respondí aun algo de pesa— Yami, ya te disculpe, no estoy molesta solo estoy afligida y agobiada es todo, no tengo mas eres mi amiga al igual que Neidy, ¿amigas?— le extendí los brazos para darnos un abrazo de amistad,  y ella respondió — claro que silaylay una vez más perdoname — asentí con la cabeza y se seco sus lágrimas y me dio una noticia que al parecer apenas había llegado minutos antes —¿ Por cierto Ya supiste la nueva noticia Layla?— la mire sorprendida y negué con la cabeza y le  dije —No he visto nada, porque acabo de ingresar a la tienda, y la primera que veo a ti además  y vengo a trabajar, no a estar de reportera de arguendes , pero a ver dime que información relevante traes — respondi de manera seria y con un tono de ironia en mi voz

Pureza Tomo 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora