〖Damaged ☯ Dabi ☯ Aizawa Shōta〗

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ⁴

— ¿Dabi? Estaba preocupada, vi que te enfrentaste con héroes. — Kasumi se acercó a abrazar al villano que entraba algo herido por su balcón.

— ¿Quieres callarte un poco y curarme? Sirve de algo por una vez, Kasumi.

La rubia, al sentir cómo la empujaba hasta tirarla al suelo simplemente apretó sus labios antes de asentir e ir en busca del botiquín de primeros auxilios; debía ser de utilidad para Dabi.

Al volver, lo vio sentado en el sofá viendo una entrevista de Endeavor, decidió no comentar nada y empezar a curarlo.

Esperaba que el pelinegro la mirara aunque sea una vez, y notara que llevaba un nuevo labial, que siquiera la besara brevemente y agradeciera sus cuidados, pero pasó todo lo contrario.

— ¡Ten más cuidado, idiota! — Dabi la agarró de la muñeca con fuerza al sentir dolor.

— P-Perdón, cariño, seré más cuidadosa.

Pero las disculpas no fueron suficientes, Dabi volvió a escuchar la voz del héroe número dos a través de TV y en cuestión de segundos quedó cegado.

Para cuando Kasumi quiso reaccionar, sus muñecas estaban siendo quemadas, con dolor, mordió su labio intentando reprimir los quejidos. Sabía que sería peor si lloraba o soltaba un sonido.

— Debes aprender, hago esto para que aprendas a ser útil, lo hago por ti, muñeca.

— L-Lo sé, cariño… Lo sé…

Kasumi no era capaz de quejarse, soportaría todo con tal de no ser abandonada, con tal de seguir al lado de Dabi.

Con el paso de los minutos, cerró sus ojos al sentir cómo el menor besaba su frente castamente mientras procedía a quemar sus rodillas.

El dolor era demasiado y sentía que estaba a nada de desmallarse, sin poder evitarlo, se dejó caer en el piso y entonces miró débilmente al pelinegro que apagaba la TV y agarraba su chaqueta dispuesto a irse.

— Intento ayudarte y enseñarte, pero no soportas, tu cuerpo es muy débil. — Dabi la miró con desdén.

Kasumi levantó su mano intentando agarrar el borde del pantalón del hombre, no deseaba que se fuera, quería que se quedara, que no la abandonara, no importaba que estuviera sufriendo, con solo poder ver a Dabi podría distraerse de su dolor.

— Vendré por la noche, espérame lista.

— ¿Qué te sucedió?

Kasumi bajó la mirada al sentir la voz severa del héroe frente a ella. Aizawa la había ido a visitar y fácilmente notó las marcas de quemaduras en sus muñecas.

— Kasumi, respóndeme.

— No pasó nada, solo me quemé por accidente.

Al oír eso, el mayor suspiró frustrado mientras acercaba su silla a la de la mujer y agarraba unas vendas para comenzar a vendar sus quemaduras.

— Debes ir al hospital después para que las traten, sino te quedarán cicatrices. — Aconsejó y entonces pudo sentir cómo gotas caían sobre sus manos.

Aizawa no dijo nada, solo se dedicó a seguir vendando sus muñecas mientras dejaba a su amiga llorar en silencio. Sabía que ella no necesitaba más preguntas, solo debía dejarla desahogarse.

— El amor… El amor duele demasiado, Aizawa.

Al oírla pronunciar aquello, el pelinegro dejó de vendarla y subió la mirada. Al ver el rostro de la mujer, sintió su pecho apretarse.

Le partía el alma ver a Kasumi así, pero sobre todo el presentimiento que tenía lo hacía enfurecer. ¿Acaso su amiga tenía pareja y aquel le estaba agrediendo?

— Kasumi… Dime quién es, y yo me encargaré de todo. — Acarició su mejilla.

Pero la rubia agarró su mano, alejándola de su rostro y apretándola entre las suyas, mientras sonreía débilmente.

— No debes encargarte de nada, fue mi culpa… Él me ama, Aizawa, es solo que yo soy muy débil para soportarlo, pero estoy aprendiendo. — Le miró con los ojos apagados. — Pronto todo mejorará, sé que lo hará.

Aizawa no dijo nada más, solo apretó los dientes mientras asentía, no tenía sentido intentar hacerla entrar en razón en aquellos momentos, se encontraba muy débil, ya podría encontrar otro momento para abordar el tema.

— Kasumi, recuerda que estoy aquí siempre, voy a protegerte.

— No es necesario, pero… Gracias, Aizawa.