Mi maldito y atractivo egoísta T2 [Tn×Atsumu Miya]

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[NARRA (////)]

Ya entrada la noche, subimos a la camioneta de Kita-san y fuimos al famoso bar.

El pequeño pueblo se veía distinto a como cuando había llegado, estaba más animado y luminoso, los niños corrían y jugaban, los adultos se reían, los ancianos bailaban. Todo era alegría.

Al estacionar, bajé del vehículo y vi frente a mi un gran bar al estilo de los 90's, como de esas cafetería que verías en las películas de la época.

—Es tan lindo —sonreí.

—Abrió hace unos 5 años, es bastante nuevo. La dueña es mi amiga así que nos hará un descuento —dijo Akira-san ya a mi lado—.

—Ya entremos antes de que me arrepienta de traer a mi esposa

Reímos por el comentario de Kita-san y entramos al bar, había un ambiente alegre, algunos bailaban, otros charlaban y por ahí bebían.

—Sentémonos en la mesa cerca del bar, iré a buscar a Sato-san para que nos de el menú —dijo Kita-san aún de pie.

—Ve tranquilo, yo aquí estoy con ellas —respondió Akira.

Comenzamos a charlar de temas variados, nada complejo, hasta que llegó Kita-san acompañado de una mujer un poco mayor con algunos tatuajes, no parecía pasar los 50 años.

—Akira-san que alegría verte, y cuanto tiempo Hanako-chan

—Siempre es un gusto pasarme por aquí, Sato-san —saludó Hanako.

—Hola, mucho gusto, soy-

—Ukai (////), claro que te conozco, es un enorme placer tenerte aquí —interceptó.

—Su esposa es una gran fan tuya —rió Kita-san.

—Es un placer saber que también escuchan mi música por aquí

—Disculpa la molestia ¿pero luego podrías darme un autógrafo para mi esposa? Y también una foto para mi muro de la fama —preguntó mientras nos entregaba a cada uno el menú—.

—Por supuesto, no es ninguna molestia

Luego de pasar a saludar y dejar nuestros menús, comenzamos a revisar la carta para ver qué pedir.

—Me voy a pedir una malteada de frambuesa, ¿tu que vas a pedir, Kita? —preguntó Akira-san.

—Supongo que un café clásico, que beban ellas, yo tengo que conducir

—Parece que toda la diversión va para nosotras, Ukai-chan —reía Hanako.

—Yo tampoco puedo beber mucho, no quiero que me vuelvan a lavar el estómago

—Bu, son todos aburridos, yo voy a beber hasta desmayarse

—Pues no creas que te vamos a cargar hasta la camioneta —rió Kita-san.

Luego de la breve charla, hicimos nuestros respectivos pedidos.

Primero decidí ir por un café para despertar un poco del cansancio del largo viaje, y en lo que fui bebiéndolo seguíamos charlando.

A medida que pasaban las horas el ambiente del lugar se fue animando, había gente bailando y  bebiendo, por lo que mis amigos comenzaban a hacer lo mismo. A Hanako no le gusta bailar así que se quedó sentada, mientras que Kita sacó a bailar a su esposa, nada demasiado agitado para no dañar a su bebé. 

Yo por mi parte, me descontrolé.

Dije que no iba a pasarme con el licor y eso, pero no lo cumplí.

Luego de bailar un rato, fui a buscar cerveza, al terminar volví a bailar en la pista, y así fui una y otra vez hasta ya haber bebido 6 botellas de cerveza. Cada que bailaba se me acercaba algún muchacho pero para zafarme iba por una botella más. Un par de horas después ya estaba totalmente borracha, hace mucho no bebía tanto y me descuidé.