Refugio - ZeeNuNew♡

Capítulo 21 -Descontrol-

Nunew

Me siento como la mierda; he tenido unos días espantosos; ni decir que aún con todo lo que me pasa tengo que seguir sonriente y aparentando estar más feliz que una lombriz, pero una vez que estoy en la casa todo ese espectáculo lo envió bien lejos.

Zee lo ha notado; me he desquitado lo suficiente con él. Después de saber lo que tenía en mente, me fui unos días a casa de mi madre, lloré, me escondí en mi cueva y no dejé a nadie entrar. Cuando el horario comenzó a pasar factura, volví a casa de Zee. Pero he mantenido la distancia suficiente, enviando señales muy claras de que no quiero hablarle a menos que estemos rodeados de gente y esto implique trabajo; fuera de eso no le he dirigido la palabra a pesar de que varias veces él ha pedido explicaciones.

Llegó antes o después que él a la casa; me encierro en mi cuarto pasando el seguro para que no pueda entrar y me desplomé en la cama. A la mañana siguiente, despierto antes o después que él para no tener que verlo, me arreglo lo más rápido que puedo y salgo como una flecha.

Es todo tan deprimente que si pienso mucho en ello me dan ganas de llorar porque luego de los pensamientos de miedo e inseguridad vienen los recuerdos de todos los buenos momentos que hemos pasado. Como dije, es deprimente mirarme en este momento.

—Se puede saber qué hace el hijo de la nación aquí solo sin su dueño. Park estaba acercándose y todo se hizo más aburrido e insoportable.

—No estoy para tus bromas hoy, así que levanta tu horrible culo de la silla y vete. —No le daré ni la más mínima actuación, no es santo de mi devoción.

Park silbó en cuanto escuchó lo que salió de mi boca.

—Eso sí que no lo esperaba, mucho menos viniendo de una boca tan bonita.—lo fulminé con la mirada y me levanté. Hoy no estaba para estas cosas.

—Te dije que Panich solo te consideraba un perro faldero, pero... —Alzo sus hombros como si fuera un sabelotodo—, no quisiste escuchar, piensas que yo soy el malo aquí, pero el único malo es él.

Me acerque sin poder contenerme y lo tome de la camisa estando muy cerca de él.

—Cállate, jamás hables mal de él; jamás en esta vida podrás ser ni la mitad de bueno que él.

—Pero no es lo suficientemente bueno si te hace ser miserable, ¿o me estoy equivocando? —alzo su ceja y juro por Dios que casi le doy un puñetazo.

—Nada de lo que pase entre Zee y yo es de tu incumbencia. —Lo solté y salí caminando, pero no me di cuenta que venía detrás de mí hasta que me arrastró a una sala en remodelación.

—Vamos, nhu, sabes que él no vale la pena, por tu cara puedo decir que ya sabes la clase de persona que es.

Me tenía presionado contra la pared, sujetando con sus manos mis muñecas. Sí podía salir de allí, pero aun así jugué la carta de buena persona para no saltar sobre él.

—Park, llevemos está fiesta en paz y suéltame, no estoy aquí para ser enemigo de nadie, pero te estás ganando el puesto —se acercó un poco más a mí, y mi cabeza terminó tocando la pared.

—Sabes, tengo curiosidad. A pesar de que fui amable, hablo con todos y hago todo como se debe. Siempre todos terminan alrededor de Zee, a pesar de que él sea un calculador egoísta.

—Quizás sea porque todos ven que no eres tan santo como predicas.

—Soy mejor que él, quizás pueda probártelo, sobre todo en la cama —pasó su nariz por mi cuello y apreté mis dientes tan fuertes como la rabia me permitió, luego solté todo el aire que tenía retenido y lo empuje lejos.