Teacher's pet | Jirene - Jensoo

Capítulo 10: ¡Pero señorita Ke!

Jisoo frunció su ceño, claramente confundida por la situación inesperada que se desarrollaba frente a ella. Se tomó un momento para ordenar sus pensamientos antes de decidirse a hablar: —¿Q-qué le pasa?—, preguntó finalmente, su voz apenas un susurro entre la sorpresa y el desconcierto que sentía.

Joohyun emitió una risa con escepticismo antes de hablar con seguridad: — Obviamente obtendrá su castigo, pero no hoy. — Su tono dejaba entrever una mezcla de confianza y determinación, indicando que estaba completamente segura de el inevitable suceso que llegaría eventualmente.

Jisoo suspiró en derrota, pero reunió el coraje suficiente para formular la siguiente pregunta:— ¿Para qué me llamó entonces? — Su voz reflejaba una mezcla de resignación y curiosidad, mientras esperaba una respuesta que pudiera aclarar la situación confusa en la que se encontraba.

Una sonrisa ladina se formó en los labios de Joohyun mientras se balanceaba en su silla. Agarró un lápiz y comenzó a moverlo mientras hablaba con despreocupación: — No quería que fueras con Jennie — dijo, mirando fijamente a los ojos de Jisoo. La confusión en Jisoo se hizo aún más evidente ante estas palabras.

Jisoo seguía sintiendo curiosidad, pero decidió no preguntar. — ¿Tiene algo en lo que le pueda ayudar? — preguntó finalmente, su tono de voz mostraba una mezcla de cortesía y precaución, sintiendo que era mejor mantener la conversación en un terreno más claro y directo.

— Sí — Joohyun puso una pila de exámenes frente a Jisoo. Esta última miró la montaña de papeles con horror indisimulado.

— ¿Este no sería mi castigo? — preguntó Jisoo con incredulidad, observando la montaña de exámenes que ahora tenía ante ella.

— No, se le viene algo más grande — respondió Joohyun con una expresión enigmática, insinuando que lo peor estaba aún por llegar.

— ¡Pero señorita Bae, por qué es así! — exclamó Jisoo, dejando entrever su desconcierto y frustración ante la situación.

— Porque sí, tú solo ayúdame a calificar y deja de quejarte — respondió Joohyun con firmeza, dejando claro que no había espacio para discusiones.

— Uh... está bien — murmuró Jisoo resignadamente, aceptando su situación mientras se preparaba para comenzar con la tarea que se le había encomendado.

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Después de calificar eso, ya estaba muy tarde. Jisoo suspiró cansadamente, sintiendo el peso del agotamiento después de una larga jornada de trabajo.

— Parezco vieja, como si trabajara de profesora — murmuró Jisoo con una mezcla de humor y cansancio, reflexionando sobre lo intensa que había sido su jornada laboral.

— ¿Me estás diciendo vieja? — replicó Joohyun con un tono entre sorprendido y juguetón, buscando aclarar la observación de manera ligera.

— No es eso... — intentó aclararse Jisoo, dándose cuenta de que sus pensamientos debían haber sido un murmullo para sí misma.

— Cómo sea, Kim, ya te puedes ir — dijo Joohyun mientras recogía algunas cosas, indicando con eso que la conversación había llegado a su fin.

Jisoo salió del salón sin decir una palabra, con la sensación de que sus pensamientos eran lo único que la mantenían a flote. Al llegar a la puerta de la KRA, sacó su teléfono y notó con frustración que no prendía. Se maldijo internamente; era solo su primer día y ya le estaban ocurriendo más desgracias de las que podía imaginar.

— ¡Maldita sea! — exclamó Jisoo con frustración, dejando escapar su molestia por la situación con un suspiro exasperado.

Casi pateó la puerta de la KRA al salir, caminando exasperada hacia la salida final del instituto. Al ver las rejas, solo deseaba una cosa: matar a Bae Joohyun.

Pero eso era imposible; la mujer hacía que Jisoo quisiera quedarse con ella toda su vida.

Al salir por completo, Jisoo vio una banca al lado de la carretera. Con los tacones que llevaba puestos, caminar hasta la casa de Lalisa se le hacía muy difícil, además de que ni siquiera se había aprendido el camino.

De repente, dos profesoras salían también. Reconocía a una de ellas porque ya le había dado clases, y a la otra porque se había presentado primero en el acto cívico.

Así es, Jennie Kim y Lilyana Ke salían del instituto. Jennie volteó su rostro y miró a Jisoo, expresando preocupación al verla aún allí tan tarde.

— No creo que sean horas de estar aquí, señorita Kim — dijo Jennie con tono preocupado al ver a Jisoo aún en el instituto tan tarde.

— No sé ni dónde vivo... Además, con estos tacones dudo que pueda caminar bien y llegar a casa de Lisa sin romperme un hueso del pie — respondió Jisoo.

— ¿Lalisa? Yo sé dónde vive...

Jennie y Jisoo voltearon a ver a Lilyana, la más baja. Jennie habló: — ¿Cómo sabes tú dónde vive ella?

— ¿Qué te importa? — respondió Lilyana, dejando en claro que no se llevaban bien en realidad.

Jennie iba a responder, pero Jisoo se adelantó:

— ¿Puede indicarme el camino? — preguntó Jisoo, buscando la ayuda de Lilyana para llegar a casa de Lalisa.

— Sí, claro... montate — De repente, había un auto mucho más lindo que el de Lisa. Jennie se montó primero.

A Jisoo le faltó correr.

Jisoo se montó al lado de Jennie en el auto.

— Solo falta Joohyun — mencionó Lilyana desde el asiento del copiloto. Jisoo abrió los ojos como platos ante la mención de ese nombre.

La puerta se abrió y justo cuando Joohyun estaba por entrar, su mirada se encontró con la de Jisoo. Hubo un momento de silencio tenso entre ambas, donde Joohyun mostró confusión en su rostro al ver la mirada extraña de Jisoo, una mirada que no pudo descifrar.

— Les voy a hacer una pregunta, Kim y Ke — habló Joohyun con tono sarcástico.

— Díganos — habló Jennie, con algo de rencor contenido en su tono.

— ¿Qué hace una estudiante en su auto? — preguntó Joohyun con sarcasmo evidente en su voz.

— Tiene que ir con Lalisa, Joohyun — habló Lilyana desde el asiento del copiloto. Un hombre con gafas negras comenzó a manejar en una dirección desconocida.

— Oh... — Joohyun aún no entendía, poseía una expresión de confusión en su rostro.

— No tiene cómo irse. Según yo, no tiene dinero tailandés y no puede caminar hasta casa con esos tacones — habló Jennie, señalando las dificultades que Jisoo enfrentaba en ese momento.

— Y su celular... — añadió Jennie, reconociendo otra complicación para Joohyun.

— Se me dañó... — explicó Jisoo, refiriéndose a su celular.

Joohyun miró a Jennie con rencor, preguntándose por qué sabía cosas de Jisoo que ella no. Las dos intercambiaron miradas cargadas de hostilidad, como si fueran las peores rivales. En ese momento, Jisoo se encontraba atrapada entre las dos y una distraída Lilyana.

E ahí, una Jisoo, entre Jennie Kim y Bae Joohyun.

La tensión en el auto era palpable mientras seguían rumbo hacia un destino desconocido, cada una sumida en sus propios pensamientos y emociones intensas.

OK, con lo último exageré, si saben a donde van JAJAJA, ok, no soy tan malo para dejarlos sin actualización hasta el próximo mes.

¿Pelea entre la Jennie y la Irene?