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Los Angeles estaba siendo azotados por los frios vientos del invierno, según el servicio de meteorología este era uno de los inviernos más fríos según registrados. Esto obligo a Emma usar un abrigo y bufanda para que su cuerpo se mantuvieran en un temperatura calidad, asi no se enfermería de un fuerte gripe que la dejaria en cama por un semana. No quería infermarse, menos ahora que faltaba pocas tomas para terminar de filmar la película, por lo que quería evitar una gripe de todas las maneras posibles. A pesar que los agentes le recomendaron no ir al set por su seguridad, ella seguia tratando de dirigir todo desde su hogar y haciendo varias actividades posibles para no caer en la locura por aburrimiento. Pero de todas formas, siempre salia en la mañana a comprar su café y a correr un poco, y todo esto lo hacia acompañada de Spencer, quien se convirtió en un tipo guardia de seguridad de la rubia
Arreglo su bufanda para taparse bien del frío. Siguió corriendo mientras seguía pensando en lo sucedido, para su terrible suerte, aún el ignoto estaba suelto por ahi corriendo como un rata, haciendo que su mente siga pensando que aún no había justicia para las víctimas de la persona que en parte le arruino la paz mental, porque resulta él es un tipo de acosador que siempre la había estado siguiendo cada movimiento que ella hacía desde la sombras, y ahora empezó a matar para llamar la atención de la rubia
Tenía demasiado frio, su cuerpo temblaba y sus pulmones exhalaban aire que al salir parecía humo
-Creo que ya me canse— hablo el castaño mientras se sentaba para tomar aire
-Solo hemos corriendo menos de una cuadra- le dijo ella con una sonrisa mientras se sentaba a lado de él
Spencer parecía como si hubiera corrido un maraton de más de mil kilómetros, su respiración estaba algo agitada al igual que su cabello castaño estaba despeinado. Nunca había sido bueno en cuanto a deportes se tratara, aunque estos años en el fbi había servido de algo para mejorar su condición física, pero de igual manera seguia sintiendo que fuese corriendo por mil horas cuando corre un poco para atrapar a un ignoto
El castaño se quedó observando cada detalle del rostro de la muchacha, recordo la primera vez que la vio y pensó en lo bonita que se veía y aún seguía pensando en lo mismo, ahora más que se di cuenta que también es muy bonita por detro. Para él, Emmanuelle era como un ángel caído del cielo, era tan linda, amable, gentil e inteligente, siempre andaba con una sonrisa y eso la hacia ver más linda aún. Ahora que podía ver su rostro de un ángulo más cerca y se dio cuenta que no llevaba ningún producto de maquillaje, él seguía pensando que pareciera que fue tallada a la perfección
