En el capitulo anterior . . .
En ese momento, una serie de disparos resuena en la sala, y Danzo se desploma al suelo, herido y sorprendido. Los hermanos Uzumaki lo miran con una expresión de triunfo, conscientes de que han logrado desmantelar su plan.
Naruto: - con autoridad - La mafia Uzumaki ahora está bajo nuestro control absoluto. - su mirada se vuelve gélida - Y ningún traidor será tolerado.
Naruko: - con una sonrisa depredadora - Así se hace, hermano. - sus ojos brillan con satisfacción - Juntos, seremos imparables.
Los presentes observan la escena con una mezcla de asombro y temor, conscientes de que los hermanos Uzumaki acaban de demostrar su poder y su capacidad para tomar decisiones drásticas sin dudarlo.
Sasuke, Itachi, Madara y Obito intercambian miradas, sabiendo que este es solo el comienzo de una nueva era de dominio Uzumaki. Ahora, más que nunca, deberán estar alerta y listos para lo que se avecina.
Kushina, desde un rincón de la habitación, observa la escena con una enigmática sonrisa en el rostro. Al ver la determinación de sus hijos, suelta una carcajada y les aplaude con orgullo.
Kushina: - con una mirada brillante - ¡Eso es, mis niños! - su voz resuena con fuerza - ¡Muestren a ese viejo tonto quiénes son los verdaderos Uzumaki!
Los miembros del clan presentes quedan atónitos ante la reacción de la matriarca. Algunos intercambian miradas temerosas, preguntándose si también deberían apoyar a Naruto y Naruko.
Naruto, con una sonrisa sádica en el rostro, se dirige a todos los presentes.Naruto: - con voz grave - Que quede claro. - su mirada recorre el lugar - Cualquiera que se interponga en mis planes o en los de mi hermana, será ejecutado. - suelta una risa macabra - No me importa si son familia o no, serán eliminados sin piedad.
Danzo retrocede un paso, su rostro reflejando el miedo que siente ante la amenaza de Naruto. Otros miembros del clan también comienzan a retirarse, conscientes de que se han metido en un juego peligroso.
Naruko, con una expresión fría y calculadora, se acerca a Danzo. Sus ojos brillan con una malicia que hace temblar a los presentes.
Naruko: - susurrando - Creíste que podrías engañarnos, Danzo. - una sonrisa siniestra se dibuja en sus labios - Lamentarás el día en que te atreviste a desafiar a los hermanos Uzumaki.
Danzo, acorralado, intenta sacar su arma, pero Naruto es más rápido. Con un rápido movimiento, le quita el arma y la apunta directamente a su cabeza.
Naruto: - con voz gélida - Fue un placer hacer negocios contigo, Danzo. - su dedo se desliza sobre el gatillo - Pero tu tiempo se acabó. - suelta una risa sádica - Por eso me conocen como el Demonio Sangriento, y que nadie se atreva a interponerse en mis planes.
Un silencio sepulcral se apodera de la sala, mientras todos contienen el aliento, a la espera de lo que sucederá a continuación. Kushina observa la escena con una sonrisa satisfecha, orgullosa de ver a sus hijos tomar el control de la situación.
Naruto, sin titubear, presiona el gatillo, y el estruendo del disparo resuena en la habitación. Danzo cae al suelo, su cuerpo inerte, mientras un charco de sangre se extiende a su alrededor.
Los presentes observan aterrados, conscientes de que acaban de presenciar el final de una era y el inicio de un nuevo orden en el que Naruto y Naruko Uzumaki serán los indiscutibles líderes.
Kushina, con una sonrisa de orgullo maternal, se acerca a sus hijos y los abraza con fuerza.
Kushina: - con voz suave - Estoy tan orgullosa de ustedes, mis niños. - sus ojos brillan con una emoción indescifrable - Han demostrado que son dignos herederos del legado Uzumaki.
