La vida de Aarón da un giro de 180 º cuando sus padres lo echan de casa y no tiene de otra que ir a lo de su hermano. Pero lo que no tenia previsto, Aarón. Es que su hermano no estaba solo, había un chico de su edad viviendo con él.
Ellos comienz...
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—¡¿Porque mierda no le diste la mano, Harry?! Todo hubiese sido tan distinto
— ¿Porque las cosas hubiesen sido distintas? No lo entiendo.—Bufa y me mira con obviedad.
—Porque hubieran sido imparable, junto a Hermione y Ron—Suspira— Si tan solo se hubiera hecho real lo que Draco vio en el espejo de Oesed. —Sonríe y me mira—Obviamente que la autora le tuvo miedo al éxito y por eso no los hizo amigos.
—¿Entonces porque Draco parece odiar a Harry?—Me mira con molestia. Había olvidado que estaba obsesionado con él.
—Él problema aquí, no son ellos. Draco es solo un niño intentando impresionar a su padre. Al unico que podemos culpar por su enemistad es a su padre. Lucius.
—Recuerdo vagamente que me dijiste que amabas a ese personaje.
—Es un viejo sabroso, si. Pero eso no quita los errores que cometió.
—¿Quien es un viejo sabroso?—Me sobresalto al escuchar la voz de Mateo y Aarón parece volver a poner su mascara de siempre.
Aarón y yo contestamos al mismo tiempo haciendo que Mateo nos mire con burla.
—Nada
—Aarón me invito a ver una pequeña maratón
—Yo no te invite, dije que deberías verla y me dijiste que solo lo harías si te acompañaba.
—Aja—Mateo se carcajea—¿Osea que por eso estas acompañándolo?
— ¿Que puedo decirte, hermanito? Tengo un alma caritativa.
—Claro y tu alma caritativa te hizo comprar docenas de dulces, gaseosas y hacer pururu para esta preciosa ocación.
—No creas que mi alma caritativa pueda con tanto. Todo eso lo he comprado para mi, el loco del gimnasio no comería nada de lo que compre, ni porque se lo ofreciera.
—Tienes razón
Frunzo el ceño mientras los hermanitos no dejan de burlarse de mi.
—Bueno ¡Ya basta!—Ambos dejan de reírse para mirarme con una ceja arqueada—Mateo te quedas a ver el maratón ¿O no?
Lo veo dudar, pero le hago una ceña en dirección a Aaron y termina por asentir.
Y asi terminamos los tres haciendo maratón.
No faltan las quejas de Aarón, las burlas de Mateo y las risas compartidas en los hermanos Dupont.
Fue una buena noche.
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