-Angélica se encontraba soñando con el día en que perdió a la persona más importante para ella.-
Enkidu: No sientas pena por mí, Angélica. El tiempo que pasamos juntas fue divertido, pero al final solo soy uno más de tus tesoros. Ya encontrarás a otros con un valor mayor que el mío.
Angélica: En todo este mundo, solo uno será mi amigo. Por lo tanto, tu valor nunca cambiará y será así por toda la eternidad.
-En eso, Angélica despierta en una cama encontrándose a Tn acostado a su lado.-
Tn: Buenos días, Su Majestad. ¿Durmió bien?
-El hecho de que Tn estuviera durmiendo en la misma cama que ella la tomó por sorpresa, al pensar en todas las posibilidades que pudieron haber pasado.-
Angélica: ¿Qué... qué fue lo que me hiciste? ¿Qué es este lugar?
Tn: Estás en la Mansión Einzbern. Mi master se encargó de curar tu herida y yo me quedé aquí para cuidarte mientras mi master cuidaba de Sakura.
Angélica: ¿Y qué hiciste mientras dormía?
Tn: Estar acostado, mirarte, acariciar tu cabello.
Angélica: Basta, ¿qué demonios quieres de mí?
Tn: Ya te lo dije, quiero casarme contigo pero no tengo prisa, así que puedes tomarte tu tiempo para pensar.
Angélica: Oye, no me igno...
Tn: -Ronquidos-
Angélica: ¿Se durmió tan rápido?