Capítulo 2: Nuevas Vidas, Viejos Sentimientos

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Los años pasaron y ambas siguieron con sus vidas. Yoko, ahora con 26 años, se había convertido en una joven brillante y llena de vida. Tras la partida de Faye, decidió seguir sus propios sueños y se mudó a Chiang Mai para estudiar arte. Allí conoció a Yui, una chica alegre y espontánea de 23 años, con quien inició una relación.

Por otro lado, Faye, con 36 años, había alcanzado el éxito en su carrera en Nueva York. Era respetada y admirada por sus colegas, y había encontrado a Heidi, una mujer de 27 años, que le brindaba estabilidad y amor. Sin embargo, a pesar de su éxito y su relación con Heidi, Faye nunca pudo olvidar a Yoko.

Un día, Faye recibió una llamada inesperada de su madre. Su padre estaba gravemente enfermo y ella necesitaba regresar a Tailandia. Sin pensarlo dos veces, Faye tomó el primer vuelo disponible y volvió a su tierra natal.

Cuando llegó a Bangkok, los recuerdos la golpearon con fuerza. Todo en la ciudad le recordaba a Yoko: los cafés, las calles, los parques. Decidió que, después de visitar a su familia, debía buscar a Yoko. Necesitaba verla, aunque solo fuera una vez más.

Mientras tanto, Yoko y Yui estaban disfrutando de una tarde tranquila en un parque en Chiang Mai. Yoko había cambiado, pero en su corazón aún guardaba el recuerdo de Faye. No había un solo día en el que no pensara en ella.

"Yoko, ¿qué te sucede? Pareces distante", dijo Yui, preocupada.

"Lo siento, Yui. Solo estoy pensando en... viejos tiempos", respondió Yoko con una sonrisa triste.

De repente, el teléfono de Yoko sonó. Era un número desconocido. Contestó con cautela, y su corazón casi se detuvo cuando escuchó la voz al otro lado de la línea.

"Yoko, soy Faye. Estoy en Tailandia. Necesito verte."

Yoko sintió que el mundo se detenía. Faye estaba de vuelta. "Faye... no puedo creerlo. ¿Dónde estás?"

"En Bangkok. Estoy aquí por mi padre, pero necesito verte. ¿Podrías venir?"

Sin dudarlo, Yoko aceptó. Tenía que verla, tenía que saber si los sentimientos que una vez compartieron seguían vivos.

Tú y Yo , Si puede serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora